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Cecilio Andrade escribio:
Lo cierto es que prácticamente desde la aparición en el mercado de las pistolas Glock hubo al menos dos “elementos” que, aún sin estar directamente ligados al espectro de las armas cortas, se incluían en el entonces breve catálogo de esta marca, en el que sólo la Modelo 17 figuraba como protagonista; se trataba de una fuerte y práctica pala de mango extensible y un cuchillo de combate, muy similar a otro ya existente desde la fábrica alemana Eickhorn, que también se ofrecía en versión bayoneta.
Lo cierto es que las cosas han cambiado, tanto como para que ahora puedan contarse por decenas las opciones de las pistolas Glock producidas en muy diferentes calibres, mientras que el “merchandising” de la empresa austriaca se ha encargado de generar un notable número de artículos que, al margen de las fundas, los cuchillos o esa pala “E-Tool” a la que antes nos referíamos, se han multiplicado con gorras, ropa, bolsas para transportar las pistolas y un largo etcétera, sobre todo de cara al mercado norteamericano, su indiscutible cliente principal. Sin embargo, Glock nos demuestra que también está dispuesta a incursionar en otros segmentos, por lo que ha decidido presentar su propio módulo de iluminación dotado de emisor láser y linterna, habida cuenta de la amplia difusión que estos prácticos complementos están alcanzando en todo el mundo.
Con luz propia.
Más bien cabría decir con luces, pues como antes anunciábamos se trata de un dispositivo que incluye ambos tipos de iluminación láser y linterna.
Desde que la segunda generación de pistolas Glock llegara al mercado, incluyendo y en la parte inferior de su armazón el correspondiente raíl de instalación, han sido varias las empresas especializadas en estos módulos los que han producido diferentes opciones directa y fácilmente adaptables. No es de extrañar, por tanto, que la propia fábrica de pistolas haya querido aprovechar su enorme difusión para introducirse también en este sector optrónico.
Comparando pesos y dimensiones el módulo Glock se muestra como una clara respuesta al M-6 de Streamlight (aunque éste mismo puede encontrarse también con otras marcas), resultando además alrededor de un 15% más económico, al menos en los Estados Unidos, donde puede comprarse por menos de 300 dólares.
Por otra parte, los responsables de Glock han sabido darle un especial “toque” hasta en la presentación, pues el módulo se vende en una pequeña caja (plástica y negra, por supuesto, para seguir la tónica de la marca), que es en sí misma el anagrama o logotipo de la marca, encerrado en una gran “G”. Dentro de ella, y muy bien dispuesto, encontramos el dispositivo, las baterías que han de alimentarlo, una lámpara de repuesto para la bombilla, un micro destornillador para regular el punto del láser y hasta un extraordinariamente bien ilustrado manual impreso en varios idiomas, incluido el español.
Según se afirma en él, el “Glock Tactical Light” está equipado con la más moderna tecnología electrónica, encerrada en un aparato de mínimo peso y tamaño y especialmente diseñado para ofrecer un uso fiable incluso en circunstancias extremas.
El cuerpo del módulo está fabricado con el mismo polímero de alta resistencia con el que se elaboran las pistolas Glock, mientras que la linterna se basa en un moderno sistema de tecnología Xenon y se complementa con un emisor láser cuyo punto resulta visible a unos treinta metros a la luz del día. Además, sus diseñadores han tenido especial cuidado en que las diferentes posibilidades de uso sean fácilmente distinguibles y los conmutadores para encendido resulten perfectamente accesibles y silenciosos.
Así, este módulo nos permite disponer de tres modos de funcionamiento distintos: Linterna, láser o ambas luces a la vez. La selección se efectúa desplazando una pequeña leva situada en su parte trasera inferior que cuenta con cuatro posiciones incluyendo la de apagado. Una vez decidida la modalidad a emplear, basta con oprimir cualquiera de las palancas situadas a los costados para encender con una pulsación y apagar repitiendo el movimiento. Resulta muy rápido y sencillo.
Por si fuera poco, la linterna puede regular su intensidad de iluminación, pues si oprimimos lentamente la palanca de encendido la luz se iniciará tenuemente para ir incrementando su intensidad, lo que nos permite adecuar la luz según las circunstancias y hasta ahorrar baterías en según qué casos. Además, un anillo dispuesto en su frente hace que también podamos variar la apertura del haz proyectado.
Lo que sí es importante es recordar situar en la posición de apagado el conmutador principal antes de enfundar la pistola o guardarla en una bolsa riñonera pues la suavidad y silencio con el que las palancas de encendido entran en funcionamiento pueden provocar que el módulo se encienda inadvertidamente, hasta que se nota que algo se está quemando, habida cuenta de la falta de refrigeración que la linterna sufre dentro de la funda o riñonera. ¡Ojo! porque la parábola de la linterna se cuartea (perjudicando la iluminación), y hasta el sistema de regulación del láser resulta dañado, la temperatura llega a ser tan elevada que la Cordura de la funda puede quemarse.
Tanta energía es generada por dos baterías de litio de tres voltios (tipo CR123) que se alojan una sobre otra en el interior del módulo y que quedan cubiertas por una trampilla que dispone de una junta tórica de goma para garantizar su estanqueidad.
La longitud total del módulo es de 76 mm., correspondiendo 30,6 a su anchura máxima y 51 a su altura. El peso, sin baterías, es de sólo 51,14 gramos, ascendiendo hasta los 86 cuando situamos éstas en su interior. La autonomía se cifra en unos setenta minutos.
Sin duda, una opción verdaderamente luminosa de Glock para sus armas.
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