El MOE en Iraq. Grandísima labor del MOE en Iraq y muchos contactos con países amigos y aliados.
Texto del diario Las Provincias de verano de 2015
El año pasado, tras el avance del ISIS en Irak, se decidió el envío de fuerzas internacionales. El ejercito iraquí necesitaba perfeccionar sus técnicas para enfrentarse con mayores garantías a los terroristas de negro, cada vez mejor armados y entrenados. Y es en este punto donde se recurrió a la experiencia de los ‘boinas verdes’ de la base alicantina de Rabasa, el Mando de Operaciones Especiales (MOE). La unidad ya ha adiestrado a 3.000 efectivos del Ejército Iraquí. En estos días, están de relevo. Unos vuelven ya a Alicante y otros parten a una misión con base en Bagdad y Taji. En estos momentos hay unos 70 repartidos en la zona. Una veintena de ellos son originarios de la Comunitat y el resto, alicantinos de adopción.
Entre los que han regresado a casa está F. C. Por razones de seguridad, prefieren mantenerse en el anonimato. Son conscientes de que las garras del EI sobrepasan fronteras. En su memoria están atentados como los de Francia y Holanda. "La protección es algo fundamental. Tomamos todas las medidas de seguridad posibles", admite el mando de los ‘boina verde’. Con 38 años y cuatro misiones a sus espaldas, sirve en las Fuerzas Armadas desde que alcanzó la mayoría de edad. Casi toda su trayectoria militar pasa por Operaciones Especiales.
F. C. llegó a Bagdad el 22 de enero y ha regresado a Alicante hace una semana. "Estoy satisfecho. Creo que hemos logrado que el Ejército iraquí esté más preparado. Con nuestra instrucción nacen buenos francotiradores, ganan en autoprotección, conocimientos médicos, técnicas de asalto, patrullaje, táctica...".
En estos seis meses, su casa y la de sus compañeros valencianos ha sido una base del aeropuerto internacional de Bagdad. Allí, militares iraquíes como Mohamed o Abdul comparten maratonianas jornadas de entrenamiento con soldados de élite españoles, australianos, norteamericanos, noruegos...
Según el responsable de comunicación del MOE, "las unidades iraquíes instruidas son desplegadas luego en primera línea". Las dificultades son "la barrera del idioma y el poco tiempo que se dispone para preparar a los soldados". Aunque extreman la seguridad, "no se puede descartar amenazas como el fuego indirecto con morteros desde zonas lejanas".
Otro peligro al que se enfrentan es el denominado ‘green on blue’. "Es la posibilidad de que un yihadista se infiltre entre los soldados adiestrados o haya sido captado por los terroristas para atentar contra instructores", describe F. C. La inteligencia juega un papel vital. Los alumnos "son sometidos a estrictos controles para evitar esa posibilidad, pero la relación con ellos es absolutamente cordial". Muchos de esos soldados han perdido a familiares en atentados. Su voluntad de erradicar el EI va, en muchos casos, más allá de lo profesional.
En Bagdad, el reloj suena a las seis de la mañana. Es la hora los ejercicios físicos. "Más tarde pueden alcanzarse temperaturas superiores a 50 grados", aclara E. L., otro de los alicantinos que acaba de regresar. Comienza la instrucción. Tiene 40 años, seis de ellos con el emblema de los MOE en su hombro. Bagdad es su segunda misión tras Kosovo. "Nuestra responsabilidad es alta. Están en guerra. Su vida puede llegar a depender de nuestras enseñanzas", destaca el ‘boina verde’.
En esa escuela para la batalla con profesores valencianos hay que aprender a correr, saltar, volar, apuntar, organizar, curar, huir, preparar asaltos, protegerse en núcleos urbanos, moverse con seguridad de noche. "La formación de buenos francotiradores es muy importante", destacan. Y a ello se entregan españoles e iraquíes hasta las cinco y media de la tarde con una breve pausa para comer y descansar.
En el tiempo para el ocio, los instructores del MOE corren, van al gimnasio, charlan con sus familiares o se relajan en el comedor. "Los soldados iraquíes son extremadamente forofos del Real Madrid y el Barça. Una de las primeras preguntas que hacen es si eres de uno u otro equipo". ‘Pachangas’ entre soldados y hasta alguna paella han acompañado esos momentos de compadreo.
Eso sí, dar un paseo por Bagdad está completamente prohibido. La vida transcurre en la base. E. L. ha realizado desplazamientos entre los cuarteles internacionales de Bagdad y Taji. "Distan sólo 30 kilómetros, pero el viaje se hace de noche y en helicóptero. El trayecto dura sólo 10 minutos, pero está planificado al mínimo detalle para evitar riesgos", describe.
Lecio escribió:
Algunas fotos del MOE en Iraq, adiestrando a soldados irakies enrolados en la Iraqi sniper school.



Saludos.