El Ministerio del Interior lleva varios meses negociando de manera discreta con el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco la incorporación permanente de la Ertzaintza al Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (conocido por sus siglas CITCO), el foro nacional creado en 2014 para la coordinación en la lucha contra la amenaza yihadista. La voluntad de colaboración de ambas partes, pese a las diferencias políticas entre PP y PNV en otros asuntos, es satisfactoria. De hecho, desde los atentados de París del pasado año (los de la revista Charlie Hebdo, no los ocurridos en noviembre) tanto la Policía vasca como los Mossos d'Esquadra catalanes participan de manera informal en las reuniones de análisis de riesgos, codo con codo con la Policía Nacional, la Guardia Civil y el CNI.
La pasada semana adquirió especial relevancia la escenificación de la fotografía conjunta del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con el conseller catalán del ramo, Jordi Jané. Ambos confirmaron que la Policía autonómica podría participar de manera permanente en el CITCO y se dijo que la misma oferta se hacía extensiva a la Ertzaintza, aunque no ha habido un encuentro formal de Fernández Díaz con la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia.
Según las fuentes consultadas por EL MUNDO, las conversaciones se iniciaron de manera discreta hace ya meses. Desde entonces, altos mandos de la Ertzaintza trabajan ya con normalidad junto a los de las Fuerzas de Seguridad del Estado en las reuniones periódicas que se celebran en Madrid. Lo que se busca ahora es cerrar un protocolo que regule de alguna manera el papel de la Policía vasca en la estrategia nacional contra el yihadismo, la principal amenaza para la seguridad pública en toda Europa en estos momentos.
El CITCO no sólo analiza los riesgos y amenazas para el Estado y sus intereses, sino que aspira a coordinar las investigaciones y operaciones policiales con el ánimo de evitar las duplicidades y hasta encontronazos bien conocidos en el País Vasco durante los largos años de la lucha contra ETA. Ése es precisamente el nudo gordiano de la negociación para la incorporación de los cuerpos autonómicos a este foro nacional, el lograr del Gobierno de España un compromiso de que no se les excluirá de las actuaciones policiales que se lleven a cabo en sus respectivos territorios. En definitiva, que no se considere a Ertzaintza y Mossos d'Esquadra como cuerpos de segunda fila por parte de un organismo controlado por la Secretaría de Estado de Seguridad.
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Desde la Ertzaintza, en todo caso, muestran su optimismo. El entendimiento beneficia a todos, reflexionan, en un momento en el que España está en el nivel de alerta terrorista 4 -de un total de 5- y en el que todas las fuerzas de seguridad tienen movilizados operativos especiales. Además, la anterior experiencia de trabajo coordinado, las comisarías fronterizas hispanofrancesas, demuestra que este tipo de foros son no sólo posibles, sino también efectivos. De hecho, estos centros ubicados en pasos como los de Hendaya o La Junquera (formalmente se llaman CCPA) han permitido a la Ertzaintza y a los Mossos d'Esquadra conocer al mismo tiempo que la Policía Nacional y la Guardia Civil los datos sobre presuntos terroristas que periódicamente ha ido trasladando Francia a España tras los atentados de París o Bruselas.
Fuentes de la Ertzaintza excluyen expresamente estas negociaciones de otros conflictos que mantienen abiertos los Gobiernos central y vasco en materia de Seguridad. El principal es que Beltrán de Heredia, nada más tomar posesión del cargo a finales de 2012, reclamó que las Fuerzas de Seguridad del Estado, con 4.500 efectivos en el País Vasco, ajustaran su despliegue tras el final de ETA. Del otro lado, en el Gobierno vasco ha caído como un jarro de agua fría que Interior haya recurrido las OPE de una Ertzaintza muy envejecida y necesitada de cubrir vacantes.
http://www.elmundo.es/pais-vasco/2016/0 ... b45a2.html
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