La noticias no lo cita, pero a buen entendedor...
Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/sevilla ... b45e1.htmlEl hachís que llega del cieloLa ruta aérea desde Marruecos se afianza como alternativa ante la presión policial
Desde 2013, la Guardia Civil ha decomisado 2,5 toneladas de droga en Sevilla y detenido a 60 narcotraficantesLa inmensa mayoría del hachís que entra en la Península Ibérica desde Marruecos lo hace por mar, pero la presión policial, el blindaje de la costa con el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) y el tiempo que se emplea está llevando a las grandes mafias de narcotraficantes a mirar al cielo cada vez más.Es poco todavía el hachís que llega por aire -apenas un 2% del total decomisado por la Guardia Civil en Andalucía al año-, pero la ruta aérea se está afianzando como una alternativa para la entrada de esta droga. Es caro, pero mucho más difícil de detectar y, sobre todo, más rápido. En apenas dos horas, un helicóptero hace el viaje de ida y vuelta desde Sevilla a Marruecos con una carga que puede alcanzar varios cientos de kilos -hasta mil kilos, que se tenga conocimiento- del conocido chocolate.Quienes optan por las rutas del aire para introducir su droga en España no son novatos y, precisamente, se inclinan por una aeronave después de haber 'trabajado' antes las vías tradicionales.
Helicóptero Alouette con 600 kilos de droga incautado en la operación Dobladilla. G. CIVIL
Sólo en Sevilla, la Guardia Civil ha realizado en los últimos tres años seis grandes operaciones contra el tráfico aéreo de estupefacientes, coincidiendo con la puesta en marcha del denominado Plan Telos y con un resultado más que notable: más de 60 detenidos, siete aeronaves intervenidas y alijos que suman más de 2.500 kilogramos de hachís. La última operación, bautizada como Dobladilla, seguía hasta hace unos días en marcha con tres detenciones más.La organización de narcos desarticulada merced a este operativo usaba un helicóptero para transportar sus cargamentos de hachís, pero la Guardia Civil ha encontrado en poder de estas mafias incluso autogiros. Lo más habitual, según cuenta el jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Sevilla, el capitán Ernesto Segura, es que estas organizaciones dispongan de uno o dos helicópteros, que normalmente adquieren en mercados de segunda mano de Europa. Los compran enteros, pero también por piezas que luego ensamblan mecánicos a sueldo de las bandas.El hecho de que estas mafias lleguen a tener mecánicos en 'plantilla' da una idea de la capacidad económica que alcanzan, al igual que lo da el precio medio de los helicópteros con los que cuentan, alrededor de 200.000 euros.Entre los más comunes está el Robinson R44, de fabricación británica, -incautado en varias de estas operaciones- o el francés Alouette. Asimismo, se han encontrado BO 105, de mayor capacidad de carga.En todos los casos, son manipulados para aumentar al máximo la cantidad de droga anulando asientos o instalando cestas o soportes de almacenamiento. A estos gastos hay que sumar los alquileres de las fincas que suelen usar como cuarteles generales, lo que pagan a los empleados 'fijos' y también a los porteadores que sólo trabajan la noche en la que hay un cargamento y la logística, que llega a incluir en ocasiones -en la operación Dobladilla fue así- la contratación de empresas de transportes con camiones de gran tonelaje para trasladar los helicópteros y minimizar de esta forma el riesgo de que sean descubiertos.
Efectivos de la Guardia Civil irrumpen en una finca de una banda de narcos. GUARDIA CIVIL
Porque riesgo hay y no sólo de ser apresados, ya que los vuelos se realizan siempre de noche, aprovechando la oscuridad más absoluta, a baja altura y por rutas poco frecuentadas y no necesariamente seguras. No es raro, por cierto, que alguno de estos vuelos acaben en accidente. Es lo que sucedió en 2015, en la operación Martillo Volaor, cuando un helicóptero se estrelló contra un poste de alta tensión en la Sierra de Málaga con 900 kilos de hachís. El piloto y el copiloto murieron, pero la Guardia Civil siguió el rastro hasta desarticular por completo una de las mayores organizaciones dedicadas al tráfico aéreo de hachís desde Marruecos en ese momento.Ese riesgo tiene un precio, que cobran los pilotos en cuyas manos las redes de traficantes ponen su mercancía. Un precio que oscila entre los 60.000 y los 80.000 euros en función, explica el capitán Segura, del 'caché' del piloto, de su experiencia, horas de vuelo, pero también del alijo que vaya a transportar y de lo que estén dispuestos, o puedan, pagar los traficantes que les contratan.Procedentes en su mayor parte de Europa del este, son avezados profesionales, auténticos especialistas con los que contactan las redes de narcos a través de intermediarios en un mercado laboral tan negro como restringido.Aunque los tentáculos y la infraestructura de estas redes se suele extender por varias provincias andaluzas, un buen número tiene en Sevilla su centro de operaciones, el lugar desde el que los cabecillas dirigen el negocio.Su situación geográfica, dice el jefe de la Policía Judicial del instituto armado en Sevilla, es uno de los motivos que pueden explicarlo, aunque lo normal es que su ámbito de actuación se extienda a Sevilla, Huelva o Málaga. Siempre, añade el capitán Segura, lo más cerca posible de Marruecos, el gran mercado en el que se abastecen sin excepción y con el que, no podía ser de otra forma, tienen sólidos vínculos.La misma buena relación de la que la Guardia Civil presume con la Gendarmería Real marroquí o la francesa, sin cuya cooperación, recalca, no serían posibles muchos de los éxitos que se ha apuntado la Guardia Civil en estos años.
Especialistas del Laboratorio Científico inspeccionan una aeronave intervenida. GUARDIA CIVIL
El último fue la operación Dobladilla, pero desde 2013 ha habido otras cinco más de calado. Como la operación Auto Osuna, en la que fue intervenido un autogiro en Osuna, que lanzó su carga al percatarse de que era perseguido. O la Pilacóptero, que permitió incautarse de 300 kilos de hachís que transportaba un helicóptero Robinson R44 en Pilas. El piloto de esta aeronave era un ciudadano colombiano especialmente diestro en el vuelo nocturno y a baja altura.También en 2013, la Guardia Civil desarrolló la operación Ultragiro e intervino un helicóptero, del mismo modelo que la anterior, que había sido sustraído y que iba a ser usado para transportar un cargamento de hachís.Ya en 2014, tuvo lugar la operación Focos con epicentro en la localidad de Alcalá de Guadaíra. Allí se encontró un helicóptero BO 105 cargado con 650 kilos de droga. Los siete miembros de la banda fueron arrestados, quedando completamente desmantelada su estructura.Más droga aún, 900 kilos, encontró la Guardia Civil gracias al accidente que sufrió un helicóptero en la Sierra de Málaga en 2015. La operación Martillo Volaor, que se llevó a cabo en colaboración con la Policía Judicial de Cádiz, se cerró con una veintena de arrestos.
_____
Un saludo esCOPeteado.
Identificarse
Registrarse
FAQ
Buscar
:roto2: