Los EE.UU. y el Reino Unido anunciaron este miércoles la suspensión de la ayuda militar no letal a la oposición siria en la parte norte del país después de que bases del Ejército Libre de Siria cerca de la frontera con Turquía fueran tomadas por un nuevo frente islamista. Debkafile informa de que esa era sólo una parte de las razones para tirar de la última alfombra debajo de los pies del ala rebelde siria moderada que operaba en la frontera con Turquía.
Fuentes militares exclusivas informan que Washington decidió cambiar su apoyo militar, tal como está, desde el Norte hacia un sector de seguridad pro-estadounidense que está siendo preparado en el Sur por los EE.UU. y Gran Bretaña. La ayuda se transferirá a los rebeldes sirios que se entrenan en Jordania para manejar ese sector, bajo la supervisión de dos salas de guerra de Estados Unidos establecidas en la norteña ciudad jordana de Irbid. Las dos salas de guerra están bajo el mando del almirante William Harry “Bill” McRaven, del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., que tiene su sede en la Base Aérea de MacDill en Tampa, Florida.
Un general estadounidense, cuya identidad se mantiene en secreto, se colocará en el lugar. Su trabajo, con el apoyo de un equipo de oficiales de Estados Unidos, será operar las dos salas de guerra y asignar las tareas a las 11.000 fuerzas especiales estadounidenses y personal de tropas de la Fuerza Aérea desplegadas en el Reino Hachemita. Su misión principal, según lo establecido por la Casa Blanca en Washington en una directiva para el Pentágono, será comandar las unidades rebeldes a las que se les ha asignado tomar el control de la zona de seguridad, que se extiende al sur de Damasco, hacia el oeste hasta la frontera con Siria con el Líbano, en el suroeste hasta su frontera con Israel, incluyendo el Golán sirio, al sur de su frontera con Jordania y al este en la frontera con Irak. Esta cuña de terreno abarca aproximadamente una décima parte del territorio sirio.
Washington ha diseñado esta zona para distanciar a la filial de Al Qaeda, Jabhat al-Nusra e ISIS (El Estado Islámico de Irak y el Sham) de la frontera de Siria con Jordania, Israel y el Líbano, e impedirles acercarse a Damasco. Por este enclave de seguridad, los EE.UU. también contribuirán a apuntalar el gobierno central de Siria en la capital, incluído el de Bashar al-Assad, contra las usurpaciones de Al Qaeda desde el este.
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