Fuerzas de Elite

Hola.

Me llega el texto siguiente, sin entrar en tintes más profundos, pero por el gran repaso que se hace de Milicia y de la formación del personal militar, creo que puede ser interesante:


Poema que un Coronel retirado dirige a la Sra. Ministra de Defensa:


[align=center]COMPAÑEROS
(Romance)


---o-o0o-o---




¿De cuando, señora mía,
vuecencia y yo compañeros?

De cuándo señora mía,
el bachiller recién hecho
se presentó en Zaragoza
con la ilusión en el pecho
para afrontar, aún un crío,
y de la familia lejos
en Proa o en Montañana
por poner algún ejemplo,
largas las horas de estudio,
frías las noches de cierzo,
y meterse en la pelota
el Olabarrieta entero.
La Geografía del Mundo,
la Historia de nuestro pueblo,
aprender y descifrar
ese macabro el invento
le diré, la Descriptiva,
donde sólo en tu cerebro
un plano en tres dimensiones
se convierte y has de verlo;
de Análisis los problemas,
señora ni se los cuento,
por miles había de hacerlos
por miles y corto quedo,
por no hablar del Idioma,
de senos o de cosenos,
el Miranda Podadera
o el Dibujo, que consuelo
llegaba cuando en sus clases
descansaba el cerebelo.
O los tutes de gimnasia
para mantenerse enteco
y así un día tras otro,
sin descanso no le miento;
cuando un mes se nos iba
entraba otro al relevo;
que la dura oposición
no dejaba otro remedio
sino el apretar los codos,
y estudiar sin desaliento.

¿De cuando, señora mía,
vuecencia y yo compañeros?

De cuándo señora mía,
casi temblando de miedo
vuecencia aquel, el tranvía
dejara y allá a lo lejos,
a la General vería,
y quedase sin resuello,
- a caballo un general
en bronce que ya no veo -
los exámenes llegando,
y uno solo e indefenso.
Exámenes si duraban,
sí señora un mes entero,
sería buena señal
pues que uno estaba dentro.
¡De la General cadete!
sólo de pensarlo tiemblo:
toda mi ilusión cumplida,
¡cadete!, ni me lo creo:
esos los rojos cordones,
son míos, que ya los tengo.
¿Cuántos años me costaran?
¡Que importa si ya los llevo!
¿De cuando, señora mía,
vuecencia y yo compañeros?
Pues cuándo si me permite,
compartimos el momento
en que ese repelús,
le recorriera su cuerpo
al gritar el ¡SÍ, JURAMOS!
del bendito Juramento;
o al dejar entre los pliegues,
la emoción, el sentimiento,
de la Bandera de España,
con una lágrima un beso.
De cuándo señora mía,
esas nieblas esos hielos,
o ese rincón en el Mundo,
ese inclemente desierto,
las marchas por San Gregorio,
y los duros campamentos,
ese polvazo señora
de siempre buen compañero,
y en verano las tormentas
las que embarraban el suelo.
Las cañas de los caballos,
y los mulos, qué tormento,
o las horas de instrucción
hasta rozar lo perfecto
con el chopo, que a tu novia
habrías de quererla menos.
Y las marchas de montaña
arriba en el Pirineo,
el esquí, ¡vaya, por fín!
algo divertido y bueno.
De los estudios no hablo,
lo normal, no nos pasemos,
con cinco clases al día
estábamos tan contentos,
y una hora de descanso,
si no tenías arresto:
¿Los protos? todos blanditos,
el que más como el acero,
por no hablar de las revistas,
vuecencia no sabe de eso;
tampoco de la comida,
de “bolovanes” no hablemos.

¿De cuando, señora mía,
vuecencia y yo compañeros?

De cuándo señora mía,
vio amanecer en Toledo
dando cuenta de unas migas,
paso de una marcha previo
a patearse La Mancha
un pasatiempo muy nuestro;
cúantas ampollas señora
sus muy lindos pies tuvieron.
Cuántas veces la vidriera,
- perdone el atrevimiento -
le matizara la luz
del tremendo sol manchego.
De cuándo señora mía,
el estruendo del mortero
enardeciera su ánimo,
o el cañón sin retroceso
sin aliento la dejara
con su estrépito tremendo;
de cuándo le acompañara
se decía en orden abierto,
de aquella obsoleta Alfa,
conocido el tableteo,
y hasta el último tornillo
de tanques y armas ¡qué miedo!,
aprenderse y manejar,
mucho mejor nunca hacerlo;
que a pacífico, señora,
yo le gano, yo le reto,
si no se meten conmigo,
si España no está por medio.
O ver salir la Custodia,
de cobalto azul el cielo,
con el arma presentada
mientras se erizaba el vello,
y las gotas de sudor
resbalaban por el cuello.
¿Pues qué sabe de Alijares
vuecencia, o de ese Cerro
que Cortado le llamamos,
que dejaba sin resuello,
señora hasta el más pintado
cuando, a paso ligero,
habíamos de subirlo
con equipo y armamento?
De cuándo señora mía
que dos estrellas del cielo
bajaran un día de julio
y en su hombrera se pusieron.

¿De cuando, señora mía,
vuecencia y yo compañeros?

De cuándo ante sí tener,
de sus palabras atentos
de España nuestros soldados
por decenas y por cientos,
para tratar de inculcarles
hacia su Patria el respeto;
enseñarles que en la vida
no todo es divertimento,
para hacerlos duros, fuertes,
¿qué sabrá, señora de esto?
De maniobras señora,
y de ejercicios sin cuento,
“de días de claro en claro,
de noches…” de frío y viento.
Del orgullo de mandar,
diga qué sabe al respecto
a paracas que orgullosos
lucen su boina de serlo:
¿cuándo pendió la señora
de una seda y desde el cielo
viera los campos de España,
viera sus villas y pueblos?
O de mandar el orgullo
a cadetes, fuera el tiempo
el de pasar experiencia,
conocimientos y sueños.
Señora, cuándo la azul
faja ciñera su cuerpo;
Santa Cruz de Marcenado,
tras años de mucho esfuerzo,
fuera el testigo, señora,
pues que allí me la impusieron:
por más de doscientos años
nos distingue entre los nuestros.
¿De cuándo el honor le cupo,
de mandar un Regimiento?

Y sobre todo, señora
terminando ya le inquiero:
¿Cuándo un día comimos juntos?
como dicen en mi pueblo.

¿De cuando, señora mía,
vuecencia y yo compañeros?

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Félix Torres Murillo
XXIII AGM. Infantería.
Toledo [/align]

Por motivos obvios, hay una parte del texto, no sustancial, no afecta al poema en si, sino a la introducción y al cierre del texto que las he omitido.

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La milicia es una religión de hombres honrados.
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Pedro Calderón de la Barca. Soldado de Infantería Español.

Ya lo he comentado, pero no me importa repetirlo.

A los "Usías y vuecencias" se les suelta la lengua cuando se cortan la coleta, viendo los toros desde la barrera.
A ver si alguno tiene narices de hacerlo en activo.

La ministra no es santa de mi devoción, pero que un coronel de clases de compañerismo me rechina los dientes.

¿De cuando señor mío, ussía y yo compañeros?

_________________

ODIO EL AIRSOFT!!!

Esta muy acertado el poema "MCGVER", totalmente de acuerdo, pero también totalmente de acuerdo con "BLACKJACK"
que cada uno de los implicados recoja su parte.

Buena pregunta la tuya Blackjack.

Saludos, yo tampoco tengo compañeros usías y vuecencias, porque ellos no quieren serlo mío, salvo cuando ha tocado sacarles las castañas del fuego o socorrerlos, que entoces todo, son compañero y amigo, y te llaman por tu nombre.

No soy amigo de críticas estériles, porque no llevan a ningún lado, salvo a que la sangre se caliente, y a veces me lleven a pensar que vivo en una farsa, en la que unos manejan el circo a su antojo, y otros solo damos vueltas en la pista.

No merece la pena perder el tiempo en estas prosas, que fuera de las paredes de un cuartel, no tienen otro valor, que el de satisfacer el propio ego de aquellos creen que fueron y ahora no son. La pluma y la espada hay que combinarlas en el portón de proa, cuando se asalta día a día el galeón enemigo, no desde el retiro monacal, donde la espada se oxida, y la pluma solo satisface la frustación de ser un hombre de a pie. Y además ciertos verbos escritos desde el retiro del monasterio, solo sirven para que los monjes y abades, se sigan frotando la espalda unos a otros, porque a los frailes de a pie, ni fu ni fa, que seguimos viviendo fuera de los muros, y dándole a la zanja, que es nuestro oficio.

Que razón tiene vd Blackjack, que la política y la milicia no son compañeros de viaje.

Un abrazo

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Se parco en palabras, que tus hechos hablen por ti
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http://relatosdesdelatrinchera.blogspot.com/

Hola.

Teneís mucha razón, en que sólo sacan los piés del tiesto, cuando se encuentran fuera del escalafón activo, y que muy poquitos redaños tienen en hacerlo cuando visten el uniforme.

Sin que parezca que rompo una lanza por nadie, quisiera someter a deliberaciones personales lo siguiente:
¿Que le ocurre a cualquier persona sujeta a la disciplina militar, por exponer su opinión clara y abiertamente, si ello va contra el criterio o los intereses de alguien por encima de su rango?

Visita al Togado y vacaciones pagadas en un penal militar por lo general.
Cuantos casos hemos visto cada uno de "paquete" por decir que "ud. no tiene razón, o eso, no es correcto"??? Yo he visto unos pocos en los últimos veinticinco años, una buena parte, de primerísima mano en mi periodo de SMO en un "Castillo", y otra, por comentarios y situaciones expuestas en los medios de comunicación.

Quizás, cierto tipo de circunstancias - la no vigencia de estado de guerra y excepción por ejemplo - no deberían de permitirse, como que decir algo cierto sin que se le aplique el cargo de insubordinación, por poner un ejemplo. Dado que, aplicar este cargo y verse condenado por el mismo es algo muy diferente, y harto dificil el no castigar la desobeciencia o la insubordinación siempre que se mantenga dentro de los límites legales de la obediencia debida (Arts. 21 y 102 ó los relativos al Abuso de Autoridad, arts. 103 y siguientes http://www.juecesdemocracia.es/legislac ... ilitar.pdf ).

¿Que pasa en la Guardia Civil? Cuantos agentes indistintamente del rango se encuentran con expedientes abiertos y sanciones por régimen disciplinario a todas luces desproporcionado, por ir a tomarse un café o un bocadillo tras horas de plantón, o ir al aseo??? Me cuentan alguna de vez en cuando, y creo que no son carteles o muñecos que los pones ahí y ya está, tienen unas necesidades. Muchos nos hemos calentado con la brasa de un cigarrillo u orinado en una maceta o en una botella de agua llegado el caso.

Indistintamente, hay que entender que quien escoge una carrera profesional en la Milicia, sabe, o debería de saber, a lo que va, y si no, que deje la plaza para otro que si sienta de verdad el oficio, que nadie dijo que era facil, sencillo y llevadero, y en especial, democratizar el régimen de personal y disciplinario, es extremadamente complejo.


Por otro lado, lo colgué por lo intrínseco al servicio en las Fuerzas Armadas que en gran parte considero relevante, nostálgico y emotivo. Si no se avienen, es su problema, lo malo de esto, es el imperativo de la fuerza de la gravedad, que todo, siempre tiende a caer, nunca a subir

Un abrazo.

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La milicia es una religión de hombres honrados.
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Pedro Calderón de la Barca. Soldado de Infantería Español.

Pues yo si rompo la lanza...por y contra.Me explico.

Se nos llena la boca de recriminar la actitud de nuestros jefes diciendo que que tienen ya que perder, si ya tienen la carrera mas que hecha, y cuando hablan resulta que para nosotros simpre es tarde.
Que razon les obliga a ellos y no a los demas a poner en riesgo sus carreras, contra-viniendo las RR.OO.y arriesgandose a ser relegados? Por que ??

Ojo...que quede claro que no siempre tienen razon ni estoy deacuerdo con ellos, eso q vaya por delante.

Y que pasa con el resto? Por que razon nos auto eximimos de toda culpa o responsabilidad. Si ellos son jefes de Brigada, o de Regimiento o de Batallon, nosotros los somos de compañia, o de seccion o de peloton, o de escuadra o de puesto...acaso no tenemos gente bajo nuestras ordenes???

Es mas, nadie recuerda lo ocurrido por simplemente mencionar un articulo de la constitucion en la Pascua Militar?? Que era soldado, cabo...o en la AGM? O no recuerdo si en Ceuta o Melilla?

A Dios lo que es de Dios y al cesar lo que es del cesar...

Saludos!

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"Nobleza y Valentia"

[align=justify]Saludos, siento discernir, pero no conozco a muchos (tal vez usted si) que estando en activo, hayan antepuesto su carrera profesional por elevar una crítica o una queja en los términos prosaicos, a los cuales nos están acostumbrando en publicaciones y prensa, determinados caballeros. Llevo más de 20 años de servicio, he servido en Unidades de todo tipo, y he tenido Jefes con gran carisma y gran valía, y sobre todo amplia profesionalidad, pero jamás, y asevero "jamás" ninguno ha partido una lanza fuera de tono.

Eso si, conozco a personal en la reserva o en situación de retirados (una vez cumplidos los 65 años y por lo tanto fuera ya de las que regulan la profesión militar) que se han rebelado de forma insistente, y han puesto puntos en unas "íes" que una década anterior, habían dejado pasar por alto.
Como ya he dicho, no soy amigo de críticas estériles, pero tengo claro que la boca se les llena a muchos porque en su día les han contado que están predestinados a salvar la Patria, y que son la sangre y la savia de esa Patria. Y eso está bien, alguien ha de considerarse garante de los valores y tradiciones, pero no hay que olvidarse que millones de Españoles, todos los días ponen su granito de arena, desde el andamio a las trincheras, y su verbo parece tener menos valor.

No debemos mitificar o vanagloriar en vano, porque si la voluntad de estos caballeros u otros alentadores de una prosa emotiva, hubiera sido el cambiar las cosas cuando han tenido oportunidad, (porque son los coroneles y generales los que cambian las cosas, no los cabos o los brigadas), tendríamos una Ley que regula la profesión militar más moderna y eficaz, por ejemplo, no dejarían que se mancillase el buen nombre y el buen hacer de los miembros de las FAS, cuando los han puesto como carnaza para ofensivas políticas, pongamos el ejemplo del Alakrana, donde los peores parados (a parte de los pobres secuestrados) fueron nuestros soldados, y no se admitiría que los concursos para adquisición de materiales, quedasen supeditados a procesos tan complejos o sencillos, que acaban siendo un agujero económico para la Nación Española, y un problema tácito para los que han de utilizarlos, que acaban siendo destinatarios de unos materiales malos, nefastos y a veces, extraordinariamente ineficaces para las misiones que hay que desarrollar.

Yo lo siento pero no rompo una lanza por aquellos que mientras cobran complementos amontonados en sus nóminas (que poco tienen que ver con el patriotismo o con la vivencia de la vida en milicia), por aquellos que para que su carrera termine con laureles, no quieren que salga ningún problema a la luz de los que acontecen a diario en sus Unidades, y por los que siguen controlando el mundo de la milicia, moldeándolo a sus necesidades y no a las de los tiempos que corren, y a las necesidades de toda la pirámide organizativa, a nivel de formación, de derechos y obligaciones, y de promoción profesional real.

Si que rompo una lanza por los muchos que día a día, en uno u otro puesto, con mayor o menor empleo, hacen un trabajo abnegado, cumplen con sus obligaciones, y cada vez que les cortan las alas, al día siguiente retoman con más fuerza su vida y su espíritu de milicia. Y me jacto de tener en ese saco, a algunos Usías y Vuecencias, pero obviamente, son los que hicieron lo que pudieron y les dejaron hacer, y una vez retirados, suelen dormir tranquilos y con la íntima satisfacción del deber cumplido.

Como ya he dicho, la pluma y la espada, cuando hay que usarlas es cuando hay batallas que lidiar, no cuando el olor a pólvora y acero, es cosa de la juventud y de lo que se fue o hubiera gustado ser.

Un abrazo[/align]

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Se parco en palabras, que tus hechos hablen por ti
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http://relatosdesdelatrinchera.blogspot.com/

Yo me siento completamente identificado en ese poema, hasta la estrofa donde ha llegado mi vida a dia de hoy, y espero ir completando el poema con mi carrera y vida.
En cuanto al ¿cuándo ussia y yo compañeros?, no, ussia no es mi compañero diario, no es el que esta acostado al lado mia en el campo, ni el que patea conmigo, ni sale conmigo cuando se toca paseo, simple y llanamente por que no es su cometido, eso algunos ya lo hicieron y otros no, cada cual que mire atrás y él sabra. Pero si que es mi compañero como soldado, como todos y cada uno de nosotros somos.
Sobre si sólo se habla cuando nos cortamos la coleta, pues para que engañarnos la mayoria, sí, pero no obstante cada uno es cada uno, hemos tenido un claro ejemplo reciente en el tema del General de la BRILEG y los chapiris.

Un saludo

_________________
POR ESPAÑA,ME ATREVO

Patrona de Infantería

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"Si deseas la paz, preparate para la guerra"

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