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Gracias por el aporte pero sería bueno que nos dijeras quién eres, no?
Tras cuatro años al frente del M.O.E. el General Adolfo Coloma deja su Mando por motivos de edad. Aquí teneis una entrevista realizada el pasado día 12 de diciembre, poco antes de ceder su testigo al General Arribas Mir.
El general Adolfo Coloma Contreras (Ceuta, 1953) acaba de dejar la jefatura del Mando de Operaciones Especiales (MOE), forzado por su edad. Su dilatada carrera profesional le llevó a servir en lugares tan complejos como el antiguo Sáhara español, Angola, Bosnia o Afganistán, donde tuvo que afrontar verdaderas situaciones de riesgo personal y fue testigo de no pocos dramas humanitarios. En su despedida del MOE, tropa que ha dirigido durante cuatro años, se muestra sereno y tremendamente agradecido a los alicantinos.
- ¿Qué sensaciones le afloran ahora que está tan reciente su marcha del MOE? ¿Se va pensando que le han quedado muchas cosas por hacer o todo lo contrario? - Para mí, dejar el mando del MOE, asociado a ser el comandante militar de Alicante, no sólo supone el tener que decir adiós a tan excepcionales, créame, no sólo especiales, sino excepcionales soldados y a una tierra fantástica y acogedora como es Alicante. Es el adiós definitivo a los destinos de mando y especial responsabilidad, es el broche de mi vida profesional. Es una sensación de claroscuros, presididos por el pensamiento de saber si habré estado a la altura de lo que se esperaba de mí.
- ¿Cuáles han sido sus principales objetivos durante su periodo al frente de Operaciones Especiales? - Yo diría que dos. En lo operativo, que es el campo de responsabilidad principal, mantener y elevar el legado que recibí. En este sentido, he tenido el privilegio de conformar las capacidades para constituir el Mando multinacional de Operaciones Especiales de las Fuerzas de Reacción de la OTAN, basado en mis soldados y desde Alicante. Posteriormente, incrementar y unificar las capacidades de las bases operativas de los GOE y la especialización de mis hombres. En cuanto al segundo objetivo, en el campo institucional, abrir en la medida de lo posible el cuartel de Rabasa a la sociedad alicantina para que los alicantinos sientan el cuartel y a los que en él trabajan como algo propio.
- Sobre usted, llama la atención su carácter abierto y sociable. ¿Cómo se conjuga esto con la dureza que se presupone a un militar en su labor diaria? - Mire, de un soldado, de un general, que no deja de ser un servidor público, se espera ante todo que sea eficaz, que actúe con justicia y sentido del mando y que gestione bien los recursos que se ponen bajo sus órdenes. Pero eso no contradice, a mi modo de ver, el optimismo, la cordialidad con el último de tus subordinados. Es algo que hay que hacer con naturalidad. El mando es complejo. Es una ciencia y un arte y tiene buenos ingredientes de ambos. El ejército es una sociedad jerarquizada y disciplinada, y ahí están las claves de su eficacia, pero que sirve a un país en el que rigen unos valores democráticos.
- Usted sirvió en el antiguo Sáhara español. ¿Qué recuerdos tiene de aquella etapa, especialmente en estos días en los que la zona está de actualidad por la reciente intervención en los campamentos? - El Sáhara…. Mi primer destino, mis primeros soldados, los legionarios, mis primeras vivencias. ¡Cómo olvidarlas! Sentimientos muy encontrados, proximidad. Recuerdo que hubo una gran hambruna en el año 1974 debido a una persistente sequía. Cada acuartelamiento militar apadrinó a un poblado nativo compartiendo con ellos sacos de azúcar, arroz… ¿Habrá servido aquello para algo? Qué pena infinita en muchos de aquellos ojos cuando embarcamos y nos tuvimos que ir, cumpliendo las ordenes del gobierno.
- Su trayectoria profesional ha estado muy vinculada a la Legión. ¿Tienen los miembros de esta unidad mucha afinidad con el espíritu de los 'boinas verdes'? - En efecto, los legionarios y los 'guerrilleros' tienen muchas cosas en común. Unos y otros son magníficos soldados que rivalizan por destacarse en el mejor servicio a España. Como diferencias más ostensibles, la mística legionaria, sus ritos, manifestaciones externas, su credo legionario... No son cuestiones baladíes porque hacen de ellos la más arrojada y brillante infantería. Los 'guerrilleros' son más austeros, silenciosos, altamente técnicos y más especializados. El curso de Operaciones Especiales que han de superar, el más duro y complejo del Ejército en los planos físico y psicológico, impone mucho carácter.
- En estos últimos años, los MOE han adquirido un importante papel en operaciones internacionales y labores de coordinación, incluso en las Fuerzas de Respuesta Rápida de la OTAN. ¿Hacia dónde va la unidad del MOE? ¿Cuáles son sus próximos retos? - No quiero en modo alguno rehuir esta pregunta, pero sí dejar claro que hacia dónde vamos es una cuestión que excede mucho de mí. Es el Ejército, el Estado Mayor de la defensa quien nos debe señalar el camino. Mi responsabilidad como jefe del MOE, que no es poca, ha sido tener bien preparado, engrasado y dispuesto el instrumento porque, en muchos casos, la respuesta exigida a las unidades de Operaciones Especiales no se puede improvisar. Es cuestión de tener o no tener las capacidades requeridas para proporcionar la respuesta adecuada cuando se nos necesite.
- De los miembros del MOE, llama la atención su excelente preparación física y su capacidad para adaptarse a cualquier tipo de misión especial con un reducido número de recursos. ¿Es muy grande el filtro que hay que establecer? - No le quepa la menor duda. Le voy a poner un ejemplo reciente. Teníamos 65 vacantes para tropa entre las filas del MOE. Para cubrirlas, solicitamos personal voluntario de todas las unidades del Ejército, a sabiendas de que los solicitantes tienen que realizar y superar el curso de paracaidismo y un riguroso curso básico de Operaciones Especiales, al que antes aludía, de casi cinco meses de duración. Pues bien, recibimos casi 700 solicitudes, 700 para cubrir 65 plazas. Después de una rigurosa selección física, técnica, psicológica y de capacidades individuales, seleccionamos los 70 mejores para iniciar los cursos. Veremos los que lo superan. Esto le dará una idea de la ambición de pertenecer al MOE y con estas mimbres se pueden hacer sin duda los mejores cestos. No cabe duda: el MOE mola.
- Desde su punto de vista, ¿qué papel deben desempeñar los ejércitos en la época actual? - Los ejércitos, que son unos instrumentos más de la política nacional, en un país moderno han de responder a la razón de ser para la que fueron creados, que está perfectamente reflejada en el artículo 8 de nuestra Constitución. Y han de estar dotados de la organización, los recursos y el entrenamiento adecuado para hacer frente a estas responsabilidades. Pero es que, además de esa organización, el duro entrenamiento al que han de estar sometidos para hacer frente a situaciones de estrés, de peligro, de incertidumbre, de violencia, junto con la disciplina por la que se rigen, hacen de ellos magníficos instrumentos de la política nacional, para actuar en zonas de conflicto o asoladas por catástrofes de todo tipo. Dicho de otra manera, del empleo de los ejércitos en acciones puramente de guerra, hemos pasado a su empleo en la prevención, contención y también en la resolución de conflictos.
- Angola, Bosnia, Kosovo, Afganistán,... Son algunos de los destinos en los que usted ha estado ejerciendo su labor militar. ¿Cuál es la situación más comprometida con la que se ha topado? ¿Y la más dramática en cuanto a penurias de la población autóctona? - Muchas. Se lo aseguro, muchas. Y te afectan de manera diferente porque lo mismo sufres al ver caer a tu lado un compañero, o tienes que rescatar sus cuerpos de las profundidades de un río, como me ha sucedido, como sufres al contagiarte del propio sufrimiento, penurias, padecimientos de la población civil que soporta tales conflictos. Unas y otras te hacen más humano, sensible. Hay que hacer un esfuerzo importante para mantener la cabeza fría en tales situaciones y, sobre todo, los oficiales, los mandos, es necesario imponerte a ellas por el bien de tus hombres.
-¿Cuántas veces ha sentido verdadero riesgo por su vida? - Solemos decir que el miedo de ser 'cobarde' es el miedo del valiente. ¿Quién no siente miedo? Yo desde luego que sí. El entrenamiento, el compromiso moral, el ejemplo de muchos que ves a tu alrededor y, en nuestro caso, la preocupación por tus subordinados constituyen el mejor antídoto.
- Se puede decir que lo suyo con el Ejército es pura vocación. ¿Sigue prevaleciendo esa motivación en las nuevas generaciones? ¿Entra más en juego el factor de dar con una salida laboral? - Gracias por mencionar la palabra vocación, porque yo creo firmemente en ella, aunque modernamente se hable más de «aptitud y actitud». Con los defectos que tenemos, que no voy a negar, hemos de convenir que también aportamos una serie de valores: compañerismo, voluntad de superación, capacidad de servicio, espíritu de aventura, que van más allá de un mero puesto de trabajo y que se ejercen con más compromiso que aquél. En eso consiste la vocación.
- Si echa la vista 30 años atrás, ¿cuáles son, a grandes trazos, los principales cambios que ha experimentado el Ejército español? - Sin duda, la profesionalización ha cambiado la fisonomía del Ejército. Y con la profesionalización, la especialización. Junto a ello, el cambio que se ha producido en el modelo estratégico español. Cuando yo era un joven teniente, nuestros esquemas operativos se limitaban a nuestras fronteras. Hoy día hemos comprendido que si compartimos intereses, riesgos y situaciones con muchos de los países con los que compartimos otros valores, podemos también compartir recursos, siempre escasos para garantizar una adecuada defensa. Pero en realidad lo que ha cambiado es la misma sociedad y los cambios que se producen en el ejército son un reflejo de aquellos.
- Es padre de cinco hijos. Familiarmente, ¿qué se ha visto obligado a sacrificar para seguir adelante con su carrera profesional? Ah! Sin duda, es la parte más sacrificada. La familia del militar sufre mucho las consecuencias de las vicisitudes del cabeza de familia. Hay que llevarlo de manera muy especial. Mi tributo y admiración por ellos en este momento. Fíjese. Yo me despedí de la vida activa el día 30 de noviembre. Y sólo nueve días después despedí a mi hija María, teniente de Ingenieros, que partió al frente de su equipo para el Líbano. Esta es nuestra vida.
El General de Brigada D. Francisco Arribas MJir, actual Jefe del M.O.E.

_________________ ¡A España servir, hasta morir!
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