Durante el período de instrucción básica en la base Militar de Castrillo del Val convivíamos con soldados de reemplazo, con una disposición y motivación en general claramente diferente a la nuestra, voluntarios luchando por la Boina Azul.
Había una pequeña cantina donde coincidíamos con ellos y con el paso de los días empezamos a escuchar comentarios en voz alta llamándonos “mercenarios” porque éramos voluntarios y cobrábamos y malas caras de los soldados de cocina a la hora de servirnos la comida..
Se reían cuando nos veían pasar corriendo con los FR8 a todas horas.
Estos comentarios llegaron a oídos de nuestros instructores, Guardias Reales, que también veían lo que pasaba.
A nosotros se nos distinguía de los de reemplazo por las dos coronas reales en los cuellos de nuestra chaqueta camuflada.
Además, entre la tropa de reemplazo obligatoria, había bastantes elementos afines al movimiento "abertzale" vasco, pallasitos fanfarrones, que hacían la mili en Burgos y que echaban pestes contra el Rey en cuanto tenían oportunidad, saltando chispas en la cantina.
Un día, en la formación nocturna para la lectura de la Orden del Servicio y canto de himnos militares, mientras el silencio reinaba entre las filas perfectamente alineadas de los componentes del campamento de GR, desde los barracones de reemplazo se nos provocaba con música (¿?) de grupos abertzales a todo volumen.
Ante la repetida provocación, recuerdo las palabras del instructor de nuestra sección:
-“Caballeros: mañana, cuando se repitan los gritos contra la Corona, retírense de la formación aquellos que lo deseen, hagan lo que tengan que hacer y vuelvan a la formación” Esto quedará entre nosotros-
Y así fue. A la noche siguiente, ante las mismas circunstancias, escuchamos de nuevo la música que solapaba la lectura e la Orden y los cantos de los himnos. ElGR instructor nos miró y abandonamos la formación toda la sección, mientras guardábamos nuestras gorras en los bolsillos de los pantalones.
Lo que siguió fue una entrada al asalto en el barracón de infames, que se saldó con mucho trabajo a la mañana siguiente para el titular de la enfermería con soldados de reemplazo y sólo algún ojo morado entre los nuestros.
Eso afianzó aún más los lazos entre los componentes de la sección..
Una gran noche.
