Y acabo de recordar una anécdota que os va a hacer gracia.
De todos allí era conocida la tirantez entre Los Guardias Reales y la Guardia Civil. Ellos querían hacerse con todo el servicio en Zarzuela, porque según algunos, esa es zona de Patrimonio Nacional. Pero por otra parte es zona militar...
Cuando se reducía el servicio en verano la GC se hacía cargo por turnos del mando y a veces había "tiranteces" por los "aires de superioridad" de algunos mandos de la Guardia Civil.
Hay muchas anécdotas. Esta la viví yo.
En una soleada mañana de verano patrullaba por Zarzuela acompañado de mi binomio, un Guardia Real con 14 años en la Unidad, que conducía el Nissan Patrol de lona. De pronto,encontramos a un hombre de unos cincuenta y tantos jugando al golf a un kilómetro del complejo de Zarzuela. Imaginamos que no era un intruso, por lo que mi compañero se dirigió a él solicitandole su identidad y que hacía allí.
Este nos dijo de tosca manera que si no lo conocíamos, a lo que le respondimos que no. Nos dijo entonces que debiéramos conocerlo y mi compañero Guardia, le dijo que él solo tenía obligación de conocer al Capitán del Escuadrón, al Coronel Jefe de la Guardia Real y a su Majestad, por lo que mostrando la Z-70 le invitó a identificarse con la tarjeta de seguridad que debería llevar a la vista.
El hombre entonces dijo que era el (oficial de alta graduación) de la Guardia Civil y que debíamos conocerlo.
Mi compañero le invitó a subir al Nissan para llevarlo al cuerpo de guardia. Apoyó el palo de golf en una encina y se subió al Nissan. Tras un viajecito tenso, nos condujo a su despacho y tras sacar la tarjeta de un cajón nos la tiró sobre la mesa. Entonces mi compañero, tras leerla, le saludó y le dijo que no era obligación nuestra conocerlo pero sí obligación suya portar visible la tarjeta en el recinto. Le llevamos hasta su palo de golf y ahí se quedó.
Pensaría que iba a heredar algo? Ah, nuestro Capitan, tras la bronca por teléfono del susodicho y oir nuestra versión, nos felicitó.
Conclusión: Hay de todo en la viña del Señor...
(Y perdón por la extensión)