Con ataques en Tolima, Farc buscan distraer al Ejército
Pese a ofensiva militar, que ha dejado fuera de combate a 108 guerrilleros este año, los frentes 21 y 25 fortalecen finanzas, refuerzan tropas con gente del sur del país y dan golpes relámpago a las tropas.
Frentes de las Farc que operan en el Tolima y que hasta hace un año estaban doblegados tras la muerte de algunos cabecillas han renacido en ese departamento.
Con acciones relámpago han causado la muerte a por lo menos 14 militares y policías desde febrero pasado.
El ataque con explosivos a un camión repleto de soldados el sábado, que cobró la vida de siete jóvenes en Chaparral, es una acción más de esa guerrilla encaminada a retomar el aire que tres batallones, una brigada móvil y cinco batallones contraguerrilla del Ejército y escuadrones móviles de la Policía le han venido cortando desde hace cerca de tres años.
La ofensiva había acorralado a los frentes 21, 25 y 50 y la comisión 'Cajamarca', que se han reactivado desde junio.
Analistas consideran que quiere mostrar despliegue militar para distraer la atención de las tropas en otros campos de batalla.
"Buscan recobrar sus finanzas y aliviar la presión en el Catatumbo y en el sur del país", dice el profesor Jaime Zuluaga.
Los golpes a las tropas en la región tolimense han perdido contundencia y más bien se resguardan en acciones que los expone menos, como instalar campos minados, señala.
Entre las estructuras que han intentado tomar aire están la 'Cajamarca', que hace dos años había quedado moribunda tras la muerte de sus cabecillas 'Carrillo' y 'Mauricio' y la captura de 'Piña'.
Los cerca de 20 guerrilleros que tenía se doblaron y reactivaron bajo el mando de Abel Tavera, 'Pedro Nel Jiménez', jefe militar del frente 21, y de Argemiro Carvajal, 'Chachá'.
El frente 50 es otro que duplicó su fuerza, ahora tiene unos unos 70 combatientes, que llegaron desde el sur del país. Es el responsable del ataque al Batallón de Alta Montaña, en el que murieron 8 soldados y 2 suboficiales, entre Tolima y Quindío.
La reactivación y fortalecimiento de esa guerrilla en la región, dice el analista Alfredo Rangel, puede ser un indicio de la ejecución de planes para recuperar zonas perdidas y restablecer corredores.
"Hacen demostraciones de fuerza y despliegue", agrega.
Detrás de la 'reconquista' está Raúl Duarte, 'Jerónimo' o 'El Canoso', jefe del comando conjunto central, que reúne 10 frentes y columnas móviles con unos mil hombres en la geografía tolimense, su tradicional bastión.
Recobrar el Tolima para las Farc significa garantizar, por el sur, el paso hacia Pradera y Florida, que pide despejar para el intercambio, y el control del corredor hacia el Pacífico.
Esa guerrilla también busca recuperar sus finanzas mediante extorsiones.
La arremetida electoral
Durante la reciente campaña electoral, las Farc intensificaron sus acciones contra candidatos avalados por partidos uribistas.
Fueron muertos los candidatos a la alcaldía de Villarrica y Ríoblanco. Se investiga si también tienen que ver con la muerte de un candidato en Ataco.
La población civil también es blanco de extorsiones: "Si no quiere que le pongamos una bombita, tiene que pagar...", amenazaron a un ganadero de Purificación al que, le dijeron, le habían hecho un estudio.
Patrulla atacada iba por una secuestrada
Los cuerpos de los siete militares muertos en emboscada de las Farc ya fueron entregados a sus familias. Algunos vivían en la zona del ataque.
A las 3 y 20 de la tarde del sábado, los familiares del soldado Michael Hernández, que en enero pasado llegaron a Ortega, sur del Tolima, huyendo de la violencia, escucharon un estruendo que les hizo pensar en la zozobra que los sacó de Puerto López (Meta).
Los Hernández viven a 4 kilómetros del sitio en el que las Farc plantaron un campo minado que acabó con la vida de Michael, que apenas tenía 20 años, y de otros seis militares que el fin de semana salieron a un operativo para rescatar a una secuestrada.
Según fuentes del Batallón Caicedo, los subversivos ubicaron los explosivos a intervalos en el kilómetro 28 de la vía entre Ortega y Chaparral durante la madrugada del sábado. Además del vehículo militar totalmente destruido, en el sitio se pueden observar 7 cráteres.
El soldado Luis Bastidas era el conductor del camión Dodge 350 del Ejército en el cual se desplazaban los uniformados. Acababa de cumplir 36 años. En medio del llanto su esposa, Esperanza Triana, contó que le estaba preparando la fiesta. Deja tres hijos de 8, 10 y 14 años.
El soldado regular Rubén Darío Váquiro Barreto fue otra de las víctimas. Tenía 20 años. Su familia vive en la vereda La Calera del municipio de Ortega. Su hermano Héctor Freddy, quien también es militar del Batallón Caicedo, recordó que Rubén decía que si le tocaba morirse, su sueño era caer en combate para que su familia pudiera tener una casa.
También falleció el soldado Wilmer Yara, cuyo cuerpo fue enviado a Purificación, suroriente del Tolima.
El suboficial que comandaba el piquete de soldados era el sargento Óscar Porras, nacido en Bogotá. Su cuerpo y el del soldado Esteban Perdomo fueron enviados a la capital.
Los restos del soldado José Berzán Ramírez fueron llevados por el Ejército a Natagaima, donde reside su familia.
Al cierre de esta edición, los combates entre guerrilleros y las tropas del Batallón Caicedo continuaban. En el sector también hacía presencia un avión fantasma y helicópteros artillados.
Según el coronel Agmet Castillo, comandante de la Sexta Brigada, luego del ataque hubo combates en los cuales murieron tres guerrilleros. Uno de ellos es Darío César Sucerquia Restrepo, alias 'Meka' o 'Demetrio', oriundo de Paujil (Caquetá) y quien es señalado por el Ejército de ser el cuarto al mando del frente 21, el responsable del ataque.
Movilidad, el flanco más vulnerable
La movilidad de las tropas en tierra, una vez más, fue el frente elegido por las Farc para golpear a las tropas.
A corte de septiembre, según el Ministerio de Defensa, 372 miembros de la Fuerza Pública han muerto este año en acciones de la guerrilla y la delincuencia común.
La mayoría de los ataques fueron de las Farc. Mientras los hostigamientos a unidades siguen cayendo desde finales de los 90, el número de ataques con minas y emboscadas no cede: 553 militares resultaron muertos o heridos este año por minas antipersonales. La cifra es similar a la de 1999 (595).
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_________________ "Somewhere a true believer is training to kill you. He is training with minimal food and water, in austere conditions, training day and night. The only thing clean on him is his weapon and he made his web gear. He doens´t worry about workout to do, his rug weight what it weighs, his run end when the enemy stops chasing him. This true believer is not concerned about "how hard it is", He knows either he wins or die, He doesn´t go home at 17:00, He is home, He knows only the Cause"
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