El autor de la masacre: "Llevo helados para la fiesta"Nadie se molestó en inspeccionar el camión para comprobar lo que realmente llevaba en su vehículo
¿Cómo pudo un hombre con un camión atacar una ciudad blindada?
IRENE HDEZ. VELASCO
16/07/2016 12:49
"Llevo helados para la fiesta". Así, con esa frase aparentemente banal, comenzó la masacre del pasado jueves en Niza. La pronunció Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino de 31 años afincado en Francia desde 2005, cuando esa noche en la que el país festejaba el aniversario de la toma de la Bastilla (su fiesta nacional por excelencia) trataba de llegar con el camión de 25 toneladas que había alquilado tres días antes hasta el paseo marítimo de Niza y se encontró con que la policía se lo impedía.
La zona se encontraba cerrada al tráfico, a la espera de acoger a centenares de personas durante el festejo esa noche con fuegos artificiales, así que los agentes le dijeron que se diera la vuelta y se marchara de allí. Pero Mohamed Lahouaiej Bouhlel dijo en tono firme y convincente la maldita frase: "Llevo helados para la fiesta". Nadie se molestó en inspeccionar el camión para comprobar si era así. Si lo hubieran hecho, no habrían encontrado ni rastro de los helados. Pero sí habrían hallado una pistola automática del calibre 7,65, un cargador, balas, una segunda pistola automática falsa, dos réplicas de fusiles de asalto, una granada, varios teléfonos móviles, documentos y una tarjeta de crédito.
Dejaron pasar al vehículo. Y, poco después, Mohamed Lahouaiej Bouhlel ponía su camión a unos 80 kilómetros por hora y embestía contra buena parte de las 30.000 personas congregadas en el paseo marítimo de Niza, concretamente en el Paseo de los Ingleses. Recorrió en zigzag la avenida, avanzando durante unos dos kilómetros y atropellando a todo aquel que podía al tiempo que disparaba.
Según la reconstrucción de lo sucedido realizada por el fiscal general del Estado, Francois Molins -que insistió en que Bouhlel era "un perfecto desconocido" para el servicio secreto- el autor de la masacre había dejado aparcado el camión cerca del paseo marítimo, en un plaza de Niza, el día antes del atentado. Luego, la noche fatídica, se había trasladado en bici hasta el lugar, a donde llegó a eso de las 22.30 horas. Fue entonces cuando unos agentes le dijeron que sacara el vehículo de ahí, y él soltó lo de los helados.
Fichado por la policía
El caso es que la policía francesa tenía fichado a Bouhlel, pero no por relaciones con el fundamentalismo islámico. Lo tenía registrado por violencia conyugal y delitos menores. Tenía una condena por una pelea en la calle y estaba obligado a pasar todas las semanas por una comisaría de Niza a firmar, y lo cumplía rigurosamente. Sus vecinos le describen como un tipo poco religioso, que no seguía al pie de la letra los preceptos del islam, destacando en ese sentido que este año por ejemplo no había cumplido con el Ramadán al completo. "No le he visto rezar en toda mi vida", ha declarado su hermano a los micrófonos de la cadena de radio tunecina Jawhara Fm.
Por lo demás, cuentan que era un tipo taciturno y violento. Sobre todo, con su ex mujer, que se separó de él en 2012, harta de sus agresiones, y con la que tenía en común tres hijos. Al parecer nuestro hombre, identificado gracias a sus huellas dactilares, llevaba muy mal el divorcio, y desde entonces se mostraba inestable. Dicen también que tenía problemas de dinero.
La policía ha registrado su casa, un pequeño apartamento en el bulevar Henri Sappia, un barrio al norte de la ciudad. Por su parte, el camión con el que cometió el atentado lo había alquilado el día 11 y tenía que haberlo devuelto el 13, cosa que obviamente no hizo. El carné para conducir vehículos pesados se lo habían dado no hace mucho tiempo.
Mientras, Niza continúa sumida en una atmósfera de angustia, miedo e incredulidad. Esta ciudad de la Costa Azul, que recibe entre cuatro y cinco millones de turistas al año y que es la ciudad que más visitantes atrae de toda Francia por detrás sólo de París, no se acaba de creer lo ocurrido. Muchos turistas se han dado ya a la fuga, como ya ocurrió en París tras los atentados.
http://www.elmundo.es/internacional/201 ... b45e7.html