Fuerzas de Elite

La P-85 fue la primera incursión de Ruger en el campo de las pistolas de gran calibre. Luego le seguirían las P-89, P-90, P-91 y P-94, girando alrededor de su probado sistema.

Medio siglo de actividad en la industria armera, han dado a Sturm, Ruger & Co. una sólida reputación. Sus productos, concebidos con un criterio de herramientas para durar, han ido ganando adeptos en todo el mundo. El terreno de las semiautomáticas de fuego central parecía ser un tema de escaso interés para ellos. Sin embargo, e indudablemente como respuesta al acicate que significó el concurso convocado en 1985 por las FF.AA. estadounidenses para reemplazar la Colt 1911-Al como pistola de servicio, la firma de Southport se abocó a diseñar una pistola de gran calibre. Los primeros prototipos de serie de la P-85 no estuvieron listos hasta ese año, ya tardíamente para concursar. De hecho, su lanzamiento comercial también sufrió retrasos hasta 1986.

La P-85 poseía un mecanismo de doble acción y empleaba el acero inoxidable, materia prima familiar para Ruger, aplicado en sus cañones. El diseño es coherente y muy robusto, sin escatimar material, tal como acostumbra a hacer Bill Ruger en todas sus creaciones. Su figura fue adaptada todo lo posible a las líneas de la venerable G.M. 1911 A-1, para no romper la silueta que tanto gusta al público de U.S.A. No obstante, la P-85 impuso su propio sello marcando una nueva personalidad difícil de confundir. Además incluía prestaciones ambidextras en el retén del cargador y mando del seguro de aleta con desamartillado, dos características que unidas al seguro automático de aguja hacen a toda la saga recomendable para uso policial.

Uno de los rasgos exclusivos de las Ruger P-85 y derivadas, está en su truco de desarme: con la corredera abierta, hay que abatir el expulsor desde arriba para poder separarla.

El armazón es de aleación ligera y el resto de las piezas de su mecanismo (corredera y cañón incluidos) están elaboradas por microfusión, tema en el que Ruger posee larga experiencia. Su acabado es bueno, pero con manifiesta rusticidad en lo que concierne a las huellas de elaboración, eliminándolas sólo en las áreas de fricción.

Inicialmente concebida en 9 mm y .45 ACP, Ruger ha ido ampliando el muestrario de calibres agregando el .30 Luger (7,65 mm. Para.) y el .40 S&W. Además produce variantes DAO (Doble acción única), otras con desamartillado único de retorno automático a FUEGO y modelos de corredera masiva como el P 94. La empuñadura es abultada y se lleva mejor con manos grandes pero, superada esa adaptación, cualquiera de las versiones desde la P-85 a las de producción actual está preparada para un servicio longevo y fiable.

P-85 MKII (9mm Para), KP-90C (.45ACP) y KP91DAC (:40 S&W).

Longitud: 200 mm.
Altura: 143 mm.
Grosor: 31.7 mm.
Longitud de cañón: 114 mm.
Línea de miras: 155 mm.

Capacidad del cargador: 15, 7 y 11 respectivamente.

Peso descargada: 910 g.
Peso cargada. 1.077 g.