Hola a todos, ahí va mi relato, espero que os guste...
A veces no hace falta tener un equipo ultracaro y que has ido a comprar a un país extranjero, para solucionarte la vida. A veces, lo único que necesitas, es tener criterio para elegir la herramienta adecuada que te saque de un problema en el momento preciso. Y eso es lo que me pasó hace años con mi Leatherman. Desde entonces...prefiero dejarme el móvil en casa antes que dejarme mi multiherramienta. No es una herramienta de trabajo. Se ha convertido en poco menos que una extensión de mi mano.
Estábamos haciendo un seguimiento a un objetivo que nos estaba proporcionando mucha información útil tanto a corto como a medio y largo plazo, para posibles operaciones futuras.
Un buen día (buenísimo, diría yo) nos dispusimos a seguir a pie a nuestro objetivo, atravesando cierta "tierra de nadie" que todo el mundo conoce entre España y Francia por Navarra, dirección Francia. El objetivo, se ve que iba a hacer un recadillo, así que...como chicos obedientes, dejamos todo lo relacionado con nuestra empresa en casa (armas, identificaciones, chalecos...) excepto las transmisiones, que nos gustaba caminar por el lado salvaje de la vida y el que más y el que menos ansiaba una foto de ficha policial de la Gendarmería Francesa je je je. Lo malo eran los seis años de los que te acusarían por espionaje. Pero esa es otra historia. Total que lo dejamos todo excepto las transmisiones y, por supuesto en mi caso, la extensión de mi mano. No en vano, si la necesitaba, no sería la primera vez que me sacaría de un apurillo.
El objetivo se adentró en el bosquecillo donde solía ir de “treeking”, vulgo "senderismo", a dejar sus mensajes en el clásico buzón. Cuando abandonó la zona, me tocó el turno de ir hasta allí a hacer las comprobaciones de rigor. La zona ya la teníamos más o menos controlada, pero me di cuenta que cerca del buzón, había tierra removida junto al mismo. Eso era nuevo, así que...haciendo gala de nuestra naturaleza cotilleril (ríete tú de los periodistas del corazón), le pegué un par de pasadas con mi superbota a la tierra. Y... efectivamente. Había premio en forma de zulo. Cavamos bien, retiramos la tierra, y descubrimos un bidón estanco. Sin mi Leatherman hubiera sido imposible abrirlo y cerrarlo sin dejar rastro de mi visita, sin que nadie se diera cuenta. Lo de la tierra da lo mismo: dudo mucho que hubiera tomado una fotografía al milímetro para ver cómo quedaba el terreno que cubría el bidón. ¿Qué encontré en el susodicho? Eso es una historia que debería ser contada en otro momento, como decía Michael Ende. Lo importante es que, gracias a que pude abrir el bidón con mi Leatherman, se encontraron documentos que ayudaron a conseguir muchas cosas. Sin duda, la más importante...salvar vidas.
Dedicado a mi hermano pequeño, el cual siempre me apoyó en mis años en las "Tierras Altas" y siempre que voy..."más allá del muro..." y al camarada Armero, que el viento siempre te dé en la espalda amigo.
Un saludo a todos.
_________________ "Al pensar en los días que pasamos en la Compañía E, guardo especialmente la respuesta que le dí a uno de mis nietos cuando me preguntó:"Abuelo, ¿fuiste un héroe en la guerra?. No, le contesté, pero serví en una Compañía de heroes".
Última edición por Irlandés el 10 Ene 2015 14:00, editado 1 vez en total
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