zaragoza escribio:
HOLA:
Os cuelgo un analisis muy interesante que hace un coronel de la USAF sobre la batalla aerea librada en el Valle de la Bekaa (Líbano).
Un cordial saludo a todos
Batalla Aérea del Valle de Beca, Junio de 1982:
¿Lecciones no aprendidas?
C’C Matthew M. Hurley, USAFA
Entre los analistas militares siempre ha existido el deseo de derivar lecciones de los recientes conflictos militares, pero con frecuencia nuestras percepciones de tales lecciones aparecen nubladas, imprecisas, debido a tendencias o prejuicios nacionales, rivalidades entre los servicios militares, informaciones incompletas, así como debido a diferentes necesidades, deseos y opiniones. Por ejemplo, la batalla aérea del Valle de Bekaa en Líbano, que tuvo lugar en junio de 1982, se considera corrientemente coma un acontecimiento significativo entre los modernos conflictos armados. La Fuerza Aérea de Israel (FAI) logró una sorprendente victoria militar, y de ella se desprenden ciertamente algunas lecciones que debemos aprender. Es lamentable que la mayor parte de los artículos escritos sobre esta batalla sufren de distorciones ocasionadas por los factores antes mencionados. El problema consiste en determinar cuáles son aquellas lecciones que son aplicables a los servicios militares de EE.UU., y cuáles simplemente desvían la atención de lo que es realmente significativo. Muchos de las lecciones derivadas de este conflicto en el Valle de Bekaa resultaron de corta duración en lo que respecta a su utilidad, y otras, aun cuando hayan sido de gran interés para los historiadores militares, realmente no son aplicables a la situación militar de Estados Unidos.
Por supuesto que es esencial lugar resumir los eventos ocurridos antes y durante la batalla, así como también los factores que contribuyeron a la victoria de Israel. Las circunstancias que determinaron los resultados de la Batalla del Valle de Bekaa fácilmente pueden descubrirse si nos remontamos al año 1967, cuando los israelíes lanzaron el devastador ataque aéreo por sorpresa contra los aeropuertos egipcios para iniciar la Guerra de Seis Días. Los estados árabes, especialmente Egipto, respondieron estableciendo un sistema de defensa con misiles de superficie al aire (SAM) para hacer frente a cualquier incursión de Israel en el futuro dentro de sus espacios aéreos.1 Durante la Guerra de Atrición de 1967 a 1970, la FAI admitió la pérdida de por lo menos de 22 aviones al confrontar las nuevas defensas de misiles de los árabes, aun cuando Egipto solamente declaró que había ocasionado 21 de estas pérdidas en julio de 1970.2 Aun así, no fue sino hasta que estalló la Guerra de Octubre de 1973, de tres semanas, que el combate con misiles SAM vino a reafirmarse en la región del Mediano Oriente. Los misiles egipcios SAM (SA-2, SA-3 y SA-6) junto con los cañones antiaéreos ZSU-23-4 de 23 milímetros destruyeron unos 40 aviones israelí s en las primeras 48 horas de la guerra, o sea el 14% de la fuerza de la línea del frente de la FAI.3 En comparación, sólo cinco aviones israelíes fueron destruidos en los combates de aire-aire durante todo el conflicto.4 Agregado al alto número de aviones perdidos debido a las defensas aéreas con base en tierra en Vietnam, los resultados de la Guerra de Octubre incitaron a algunos analistas a preguntarse si es que la aviación táctica ha llegado a sobrevivir más allá de su utilidad en los modernos campos de batalla.5
Al evocar la acción, parece obvio que los israelíes no estaban preparados para contrarrestar la "sombrilla de misiles" que Egipto había establecido antes y durante la guerra de 1973. Por el contrario, sus doctrinas reflejaron las experiencias de la Guerra de Seis Días, en la que los misiles SAM no constituían un factor. Pero después de sufrir graves pérdidas en la Guerra de Octubre, los israelí s realizaron un reajuste mediante una doctrina coherente de supresión de misiles SAM.6 En el caso de romperse de nuevo las hostilidades, la FAI estaría ahora preparada para llevar a cabo la supresión de los misiles SAM y podría adaptarse como fuera necesario para hacer frente a nuevas contingencias.
Durante la primavera de 1981, los israelíes estuvieron muy cerca de poner a prueba su nueva doctrina y capacidad. El 28 de abril de ese año, la FAI derribó dos helicópteros de Siria mientras proporcionaban protección aérea a las milicias cristianas en Zahle, Líbano. Al siguiente día, Damasco reaccionó desplazando tres baterías de misiles SA-6 en el Valle de Bekaa en Líbano.7 Los israelíes consideraron que estos nuevos emplazamientos de misiles SAM constituían una violación de un acuerdo tácito entre Siria e Israel respecto a la presencia de Siria en Líbano, y además una amenaza al reconocimiento aéreo de vital importancia. Aun cuando los israelíes amenazaron con una eliminación mediante la fuerza de las baterías de misiles, la crisis fue neutralizada por medios diplomáticos; sin embargo, los misiles y tropas de Siria permanecieron en Líbano.8
Durante el año siguiente, la FAI llevó a cabo un extenso reconocimiento aéreo del Valle de Bekaa y realizó en el desierto de Negev prácticas de entrenamiento contra emplazamientos simulados de misiles SAM idénticos a los que se encuentran en Líbano.9 Mientras tanto, el Ministro de Defensa, Ariel Sharon y el Teniente General Rafael Eitan, Jefe de Estado Mayor de la Fuerzas Defensivas de Israel (FDI), formularon planes para una invasión destinada a proteger el norte de Israel contra las incursiones de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y contra los bombardeos originados en el sur de Líbano, que habían ocasionado 25 muertes y 250 heridos entre la población de Israel desde julio de 1981 hasta junio de 1982.10
El 3 de junio de 1982 los terroristas palestinos llevaron a cabo un atentado de asesinato contra el Embajador Israelí en Londres. Después de tres años de cruentos bombardeos y contra bombardeos, la FDI lanzó la invasión "operación de paz para Galilea," que se había planeado hacía tiempo y que se había demorado con frecuencia.11 Su objetivo fue destruir la infraestructura y las bases de la OLP en el sur de Líbano y eliminar la amenaza de artillería para el norte de Israel.12 Aun cuando Israel proclamó sus deseos de evitar todo encuentro desagradable con las fuerzas sirias en Líbano, Damasco decidió reforzar su contingente libanés, utilizando ahí 19 baterías sirias de misiles SAM desplazadas entonces en el Valle de Bekaa.13 Aun cuando Siria intentó que esta acción constituyera un gesto disuasivo, Israel decidió que estas baterías debían ser destruidas, ya que para entonces ya se habían roto las hostilidades entre las fuerzas sirias y las fuerzas de Israel.14
Los informes de lo que sucedió a continuación varían en su estimación. Generalmente se acepta que durante el curso del primer ataque contra los emplazamientos en el Valle de Bekaa el 9 de junio de 1982, la FAI destruyó 17 de las 19 baterías sirias de misiles SAM así como sus emplazamientos de radares, y además 29 cazadores de la Fuerza Aérea Siria (FAS), sin sufrir pérdida alguna.15 Al día siguiente, la FAI destruyó las dos baterías restantes de misiles. La FAS se enfrentó una vez más por las fuerzas de Israel y perdió aproximadamente 35 aviones más, y otra vez sin haber derribado ni un solo avión israelí. Para finales de julio, Siria había perdido por lo menos 87 aviones, mientras que la pérdida de Israel se redujeron a sólo unos pocos helicópteros, un avión RF-4E, Y otro Skyhawk A-4 derribado por un misil SA-7 de la OLP.16
Como es natural, las declaraciones hechas por los árabes diferían de los informes hechos por Israel y las agencias occidentales. La agencia de noticias Siria SANA afirmó que el 9 de junio habían sido derribado 19 aviones israelíes y 14 de Siria. Al día siguiente, los sirios mantenían que se habían destruido 6 aviones israens y 7 aviones sirios, mientras que en ninguno de estos dos días se hizo mención de la destrucción sufrida por sus nidos de misiles SAM. 17 Los soviéticos fueron aun más lejos al elogiar las virtudes combatidas de la SAF: el diario militar soviético Red Star anunció triunfantemente que "67 aviones israens, que incluían cazas modernos F-15 y F-16 de construcción estadounidense, fueron derribados" en el combate aéreo.18 Informes soviéticos adicionales incluyeron un relato incluí do en el Red Star acerca de un encuentro con un aviador sirio que relató con vehemencia un encuentro en que el derribó un avión F-15 de Israel: "La victoria no fue fácil, pues el enemigo resultó ser bastante sutil."19
Tales aserciones tropezaron con gran escepticismo aun dentro de las filas soviéticas. Después de la debacle del Valle de Bekaa, por ejemplo, circuló una historia entre los militares soviéticos acerca de cómo la Fuerza Aérea Siria mantenía el control de salida, pero ningún control de acercamiento o acceso.20 Aun los mismos combatientes sirios admitían en privado su derrota. Después de este tiroteo de los "patos" en el Valle de Bekaa, el General Mustafa Tlas, el Ministro de Defensa, informó al Presidente Hafez Assad y a otros líderes del gobierno que "la Fuerza Aérea Siria había sido desventajaza, los misiles de tierra-aire, inútiles, y que sin contar con la protección aérea, el Ejército no podía continuar combatiendo."21 Realmente pareció bastante raro que los soviéticos llegaran a celebrar la gran victoria de Siria al enviarles el primer comandante delegado de las fuerzas de defensa aérea soviéticas para averiguar cuál fue el error. Aun parece todavía más extraño que ellos llegaran a la conclusión que era necesario disponer de un nuevo sistema de SAM que incluía misiles SA-8, SA-9 y SA-5 de largo alcance, cuya manipulación estaba a cargo de unos 1,000 a 1,500 "asesores" soviéticos.22
Estos resultados desproporcionados de la batalla se derivan de cierto número de factores. El más visible de estos en cualquier encuentro aéreo incluye la calidad y capacidades de los sistemas de armas empleadas, y especialmente los aviones mismos y los armamentos para los encuentros de aire-aire. La FAI poseía una decidida ventaja cualitativa en ambos factores. El principal caza sirio durante la Guerra era el MiG-21, relativamente anticuado, con un considerable número de modelos de exportaciones, MiG-23 y SO-20, desplazados también.23 Los israelíes, por otro lado, disponían en el aire de modelos de nueva generación McDonnell Douglas F-15 y General Dynamics F-16, así como unidades McDonnell Douglas F-4 que eran viejos pero todavía muy eficaces, y unidades Kfirs de las industrias de aviación de Israel.24
El F-15 y el F-16, diseñados específica mente para la superioridad en el "aire,25 poseían ambos una proporción de fuerza de propulsión a peso mayor que uno (esto es, la propulsión o empuje proporcionado por sus motores excedían su peso de despegue completamente cargado o equipado, lo que les permitía al avión acelerar aún bajo condiciones de maniobra o ascenso).26 Además de tener mejor aceleración y mejores condiciones para maniobras a velocidades de combate, el F-15 y el F-16 poseían radares superiores y mejor visibilidad desde la cabina, lo que con frecuencia resultaron en una detección temprana del enemigo y en disparos de proyectiles sin ser detectados.27
Estos disparos resultaban bastante mortales debido a la alta seguridad que ofrecían los misiles fabricados en EE.UU., tipos Sparrow AIM-7F teleguiados por radar, y Sidewinder AIM-9L guiados por rayos infrarrojos, además de los cañones de 20 milímetros con sistema de puntería mediante computadora. El misil AIM-9L, al que se debieron la mayoría de los aviones derribados, fue especialmente efectivo debido a su "capacidad para todo aspecto."28 En términos simples, este misil podía ser lanzado hacia un avión enemigo desde cualquier ángulo e inclusive en posición de cabeza, eliminando así la necesidad de maniobrar detrás del enemigo para disparar.29 El AIM- 9L hubo de utilizarse antes durante la campaña y batalla de las Islas Malvinas, donde los cazas Harriers británicos lograron una proporción de 25 bajas por cada 27 lanzamientos de estos misiles contra aviones más veloces y bajo condiciones marginales del estado del tiempo. El resultado de 93% de éxito constituyó un mejoramiento notable de la proporción de bajas del 10-19% para modelos anteriores del misil AIM-9 durante la contienda del Vietnam. 30 Los sirios no contaban con armamento comparable, y confiaban en vez en el misil "Atoll" AA-2 de la década de los años 60.31
Los israelíes demostraron asimismo habilidades técnicas considerables en el mando, control y comunicaciones (C3). La batalla del Valle de Bekaa vino a ser el primer combate en el que se empleó el moderno avión AWACS (Sistema de Aviso y Control en el Aire), específicamente el Hawkeye Grumman E-2C fabricado en EEUU. El sistema AWACS es una plataforma de radar en el aire instalado en los aviones que durante el vuelo se encargan de dirigir los cazas mediante vectores hacia los blancos y que manejan y dirigen las situaciones de toda la batalla aérea.32 Dicho avión E-2C lleva a bordo un radar APS-125 montado en un "platillo" encima del fuselaje. y con el cual puede explorar 3 millones de millas cúbicas de espacio. Tiene capacidad para la vigilancia o para captar 200 aviones simultáneamente y controlar hasta 130 encuentros por separado de aire-aire a una distancia de hasta 250 millas.33 Además, este avión E-2C está equipado también con un sistema de detección pasiva ALR-59 que puede captar señales de radares a una distancia de 500 millas lo que eficazmente duplica el alcance de detecciones del Hawkeye más antiguo.34 Esta capacidad sirvió para que la F Al pudiera detectar aviones sirios en los momentos en que despegaban de tierra, permitiendo así determinar cuántos aviones enemigos estaban en vuelo y desde qué dirección.35 Los israelíes también utilizaron el avión F-15 en la retaguardia como un "mini-AW ACS" para ayudar a dirigir los encuentros de aire-aire.36 Esta capacidad general del AWACS de Israel permitió a la FAI dirigir a sus cazas mediante el sistema de vectores hacia los ataques "de lado ciego" contra los MiG sirios, que poseían sólo receptores de aviso de proa y popa para advertir al piloto de un ataque de misil. De este modo fue que los pilotos de la Fuerza Aérea Siria carecieron de todo aviso por adelantado en cuanto a un ataque por los misiles de todo propósito de la Fuerza Aérea Israelí, AIM-9L ó AIM-7F. teniendo este último la característica de poder ser disparado desde un lugar mucho más allá del alcance visual.37 De modo que la aviación israelí pudo disparar sus armas a sus oponentes sirios-con frecuencia sin ser detectados desde su lanzamiento hasta su impacto-y denegar así a los sirios toda oportunidad para evadir o devolver el fuego.
La FAI se esforzó en obstaculizar el sistema C3 de Siria mientras facilitaba y mejoraba su propio sistema C3, haciendo un uso especialmente efectivo de los aviones Boeing 707 modificados. Estos aviones estaban equipados con aparatos de radio interferencia a distancia segura que tenían capacidad para la radio perturbación de varias frecuencias del enemigo, al mismo tiempo, con muy poca distorsión fuera de fase, reduciendo así la propia radio interferencia de frecuencias utilizadas por las Fuerzas de Defensa de Israel.38 La efectiva radio interferencia de los sistemas de radares y comunicaciones de Siria interrumpieron el contacto de los MiG de la FAS con el control de tierra, dejándolos así aislados y vulnerables a los ataques dirigidos por el sistema AWACS que llevaban a cabo los cazas F-15 y F-16.39 El resultado fue un verdadero caos dentro de las formaciones sirias, según cuenta un observador militar de Occidente: "Yo observé un grupo de cazas sirios volando seguido en forma o figura de ocho. Era obvio que ellos simplemente estaban volando alrededor de un lado para otro sin la menor idea de lo que tenían que hacer a continuación."40
Los israelíes tenían también el propósito de preservar la integridad de su propio sistema C3 contra las contramedidas electrónicas sirias (ECM). Los cazas israelíes estaban equipados con barquillas ECM, que incluían equipos de la serie EL/L-8200 fabricados en el país, y que ofrecían protección contra las amenazas de radares con base en tierra y con base en el aire.41 Para proteger sus comunicaciones digitales y vocales de las interferencias de Siria, las Fuerzas de Defensa de Israel construyeron un sistema de radio de FM de muy alta frecuencia (VHF) que cambiaba las frecuencias de radio a lo largo de la banda de 30 a 88 megahertz (MHz). Antes que los sirios pudieran identificar y producir su interferencia en una frecuencia utilizada. la radio cambiaba entonces a una frecuencia diferente y continuaba haciendo lo mismo de acuerdo con una compleja fórmula matemática que daba la apariencia de cambios de interruptor al azar.42 Dada la capacidad superior de radio interferencia de Israel. tal sistema novedoso de radio hubiera sido muy útil a los sirios; sin embargo, ellos no poseían este tipo de equipo.
Otra innovación tecnológica que contribuyó a la victoria de Israel fue el vehículo piloteado por control remoto (RPV). La FAI utilizó este avión en los meses que precedieron a la invasión para precisar la ubicación exacta de los radares de superficie-aire. lo que proporcionó una información vital para practicar las contramedidas de Israel.43 Cuando la batalla se inició en firme, estos RPV se utilizaron como "simulacros" para imitar electrónicamente las llamadas de radar de la aviación de combate de tamaño regular y así confundir a los sirios para que reactivaran sus radares de búsqueda o sondeo y detección de blancos para los misiles SAM.44 Esta artimaña proporcionó amplia cantidad de blancos para el misil Standard contra radiación AGM-78 (AMR) Y para el ARM que le siguió, el AGM-45 para ataques lanzados desde el aire.45 Otros aviones RPV sirvieron de plataformas económicas del servicio de inteligencia que sobrevivía porque estaban construidos de aluminio y material compuesto que reducían la trasmisión o detección de señales infrarrojas y de radares,46 Una vez que estos eran lanzados en el aire, se utilizaba más frecuentemente como plataformas fotográficas o como video sistemas de inteligencia de "tiempo real" cuyos campos de mira, proporción de zoom, y planes de vuelo podían ser preprogramados o cambiados a discreción del comandante.47 Una vez que se habían completado las funciones de fingimiento o engaño y reconocimiento tácticos y que la aviación de ataque había sido dirigida hacia los nidos de los misiles SAM, las bombas o misiles armados eran entonces lanzados desde el aire y guiados por láser hasta los objetivos mediante los equipos de designación de láser montados sobre los aviones RPV.48 A pesar de sus ventajas tecnológicas, los israelíes asignaban una prioridad considerable al elemento humano, pues mantenían que el conocimiento de la alta tecnología es inútil sin la habilidad para emplearla con éxito. Según el General Eitan, "el entrenamiento es de mayor importancia y significación que los mismos medios de combate, los sistemas de armas y la tecnología,"49 Precisamente fue esta teoría la que permitió a la Fuerza Aérea Israelí aprovecharse hasta el máximo de las capacidades de su equipo durante la batalla del Valle de Bekaa.50 Los pilotos y el personal de servicio terrestre estaban también entrenados que el promedio de tiempo empleado en preparar los aviones para que regresaran al servicio (el tiempo empleado en reaprovisionar de combustible, cargar de nuevo y dar servicio de mantenimiento a los aviones antes de regresar a su próxima misión) fue reducido en algunos casos hasta menos de 10 minutos,51 Además, los pilotos de Israel habían estado expuestos por muchos años al entrenamiento más realístico, es decir, al combate. Además de realizar ataques simulados contra señuelos de nidos de misiles SAM en el desierto de Negev, la Fuerza Aérea Israelí había combatido en tres guerras importantes contra sus oponentes árabes desde 1967, e inclusive tenían considerable experiencia de combate entre las guerras. La Fuerza Aérea Israelí también había estado volando virtualmente sin oposición por todo el territorio de Líbano y el Valle de Bekaa por muchos años,52 lo que les proporcionó un conocimiento y familiaridad con las áreas de blancos y con el desplazamiento de fuerzas enemigas hasta un punto sin precedente en las guerras modernas.
Las ventajas cualitativas en cuanto a equipo y personal, aun cuando sean impresionantes, son solo relativas; por lo tanto, las deficiencias sirias-las cuales eran numerosas-eran de igual importancia para determinar los resultados de la batalla del Valle de Bekaa. En el combate aéreo, por ejemplo, los pilotos sirios mostraron una marcada inferioridad en comparación con los israelíes en lo que se refiere a táctica y entrenamiento. El hecho de que los sirios se atenían en gran parte al control terrestre no solo limitaba la iniciativa e independencia de los pilotos sino que también animaba a los israelíes a continuar produciendo la interferencia en sus líneas de comunicación.53 Estas restricciones a las que se sometieron los pilotos sirios degradaron aún más sus capacidades tecnológicas que ya eran inferiores. Un oficial superior anónimo de la FAI concluyó que "ellos podrían volar los mejores cazas del mundo, pero si ellos los hubieran conducido y piloteado en la misma forma en que estaban volando, nosotros podíamos haberlos derribado exactamente en la misma forma que lo hicimos. Los defectos no eran del equipo sino de sus tácticas."54 El General Eitan se hizo eco de esta actitud, y se quejaba de que aun cuando la Fuerza Aérea Israelí se había enfrentado con los MiG-25 durante la Guerra de Líbano, era difícil evaluar las capacidades de este avión debido a que "los sirios no saben como volar ni operar los MiG-25. Si nosotros hubiéramos ocupado los asientos de las cabinas del MiG-25, nadie hubiera podido tocamos."55
Los operadores sirios de los misiles SAM atrajeron también el desastre sobre sí mismos. Sus equipos soviéticos generalmente se consideraba como de la mejor calidad: pero el manejo que los sirios hacían de ellos resultaba desastroso. Según hizo notar el Teniente General Leonard Perroots, Director de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU., "los sirios utilizaban misiles móviles dentro de la configuración para misiles fijos: ellos colocaron los radares en el valle en vez de en las lomas o montes debido a que ellos no querían cavar hoyos para los retretes o letrinas (esto es en serio)."56 La práctica de los sirios de estacionar misiles móviles en un mismo lugar por varios meses permitió a los reconocimientos de Israel determinar el sitio exacto de los misiles y sus radares, lo que proporcionó a la FAI una decidida ventaja táctica antes de la batalla. 57 Aun así, los sirios podían haber evitado la completa destrucción de su complejo de misiles SAM si ellos hubieran camuflageado eficazmente su ubicación: En vez de esto, ellos utilizaron humo para "esconderlos" lo que en realidad hizo que fuera fácil localizarlos desde el aire.58 Resulta irónico que los sirios, que han sido criticados por su estricta adherencia a la doctrina soviética, decidieron ignorar la doctrina viable que pone énfasis en la utilidad de la maniobra y del camuflaje. De acuerdo con su articulo publicado en 1981 en el Soviet Military Review, las posiciones alternas de disparo, las emboscadas de defensiva, la reubicación regular de misiles móviles SAM para confundir el servicio de inteligencia del enemigo, y el emplazamiento de ubicaciones señuelos de los SAM, en conjunto constituyen consideraciones fundamentales para el desplazamiento efectivo y sobrevivencia de las defensas aéreas con bases terrestres. 59
Tres lecciones de especial importancia para los Estados Unidos se desprenden de la batalla del Valle de Bekaa. La primera lección se refiere a la importancia primordial de ganar la guerra en la cuarta dimensión (esto es, la guerra electrónica y en el conjunto C3). Generalmente se acepta hoy en día que para triunfar en las batallas de mar y tierra, la fuerza combativa debe controlar primero el espacio aéreo. Este concepto-revolucionario en su origen-se demostró numerosas veces durante la Segunda Guerra Mundial y en los conflictos subsiguientes. En la actualidad, para ganar una batalla aérea, se debe conquistar primero el espectro electromagnético. Lo que era antes "una diversión secundaria a las batallas reales que se desarrollaban con furor en tierra, en el mar o en el aire", constituye ahora un prerequisito de las confrontaciones bélicas modernas. 60 La batalla del Valle de Bekaa ha demostrado que una capacidad efectiva para la guerra electrónica ya no constituye un lujo sino una necesidad.
Este extremo fue subrayado en el conflicto anglo-argentino sobre las Islas Malvinas sólo unos pocos meses antes. Por ejemplo, el barco de guerra HMS Sheffield fue destruido por un solo misil Exocet contra barco disparado desde un avión argentino Super Étendard, lo que ocasionó una pérdida sustancial de vidas. Si la Marina Real hubiera tenido a su disposición un equipo E-2C, entonces hubiera podido destruir el avión argentino antes de que este llegara a estar a la distancia apropiada para disparar.61 A medida que continúen aumentando las capacidades de la aviación y misiles soviéticos, llegará el momento en que será evidente que, sin la adecuada preparación electrónica, la Fuerza Aérea de EE.UU. podría llegar a sufrir también pérdidas inaceptables en el caso en que estalle una guerra. Ciertamente, los sirios fueron superados en el campo de las ideas y en el aire sobre el Valle de Bekaa, pero debe señalarse también que ellos fueron sobre- pasados asimismo en el campo electrónico.62 Para fuerzas más emparejadas, esta ventaja (o la falta de ellas) constituyera una diferencia considerable sino decisiva.
La batalla aérea del Valle de Bekaa demostró también la necesidad de una doctrina y organización efectivas. Los israelíes habían sufrido en este aspecto entre 1967 y 1973, pero para 1982 ya se habían reorganizado para constituir una efectiva fuerza de combate que pudo llegar a dominar la batalla del Valle de Bekaa. La cooperación entre los servicios ha venido a ser la norma para las fuerzas de defensa de Israel; es más, la Fuerza Aérea Israelí y la Marina de Israel están incorporadas al estado mayor de las fuerzas terrestres a nivel nacional. 63 Esta estructura de mando integral permite una estricta división de responsabilidades y ofrece a la Fuerza Aérea Israelí una misión fácilmente definida: control del aire tanto para apoyar las fuerzas terrestres como para proteger a Israel contra los ataques aéreos. De modo que la Fuerza Aérea Israelí ejerce el control de todos helicópteros y desde 1971 ha tenido el control de todas las fuerzas de defensas aéreas también, e inclusive la artillería de defensa aérea. 64 En resumen, la FAI tiene el control de todos los elementos empleados para obtener y mantener este control del aire y para proyectar su poder desde el aire. Tal vez este control total se deba a las funciones limitadas y específicamente definidas de los servicios militares separados de Israel, pero de todos modos los Estados Unidos podrían aprender algunas lecciones valiosas del ejemplo de Israel. Warren A. Trest ha observado que en las fuerzas armadas,
el poder militar aéreo se ha dividido, tal vez irreversiblemente, en cuatro partes o secciones. Esta fragmentación ha originado la duplicación de todas las áreas de funciones y misiones, aun hasta llegar a extremos conceptuales llegando a extender las operaciones de alas rotatorias al campo de la interdicción. Cada servicio ha formulado su propia doctrina aérea, con frecuencia sin poner atención a la situación aérea en conjunto.65
La reciente historia militar estadounidense refleja los resultados de esta fragmentación. Nombres de acciones tales como Rolling Thunder, Desert One, y Granada, nos hacen recordar errores de aplicaciones del poder aéreo causados por la insuficiente coordinación entre los servicios: una coordinación que ya debía haber existido. El asalto de EE.UU. contra Libia en 1986 constituye un ejemplo aun más reciente de las complejidades y problemas que resultan cuando diferentes servicios reclaman para sí "una parte de la acción." En esa operación, la fuerza naval de EE.UU. incluía 14 aviones A-6, seis A-7, seis F-18, varios F-14 y EA-6B, Y cuatro E-2C, provenientes de dos portaaviones que llevaban a bordo 155 aviones en total. 66 Los 24 aviones F-111 de la Fuerza Aérea de EE.UU. que tomaron parte en esta operación requirieron el apoyo de más de 30 aviones adicionales, inclusive cinco EF-111 equipados para la guerra electrónica y unos 28 aviones nodrizas modelos KC-135 y KC-10; aun así, nueve de los F -111 no llegaron a terminar su misión.67 La aviación de la Fuerza Aérea se vio abrumada aun más por el largo tiempo que tomó la misión: un viaje de Ida y vuelta de 5,600 millas que duró 14 horas y 34 minutos.68 Teniendo en cuenta el equipo de la Marina antes mencionado, hubiera sido más fácil utilizar simplemente la aviación con base en los portaaviones que tenían la ventaja de la proximidad y la relativa inmunidad dependiente de tales prerequisitos políticos tales como los derechos de vuelo sobre territorio extranjero.
Pero tal vez la lección más importante de la acción del Valle de Bekaa no implica tratar de inferir demasiadas lecciones. Existen muchos factores que hacen que la guerra de Líbano en general y la batalla del Valle de Bekaa en particular sean de importancia limitada para los servicios militares de EE.UU.
La Fuerza Aérea de EE.UU. debe sentirse aliviada por el hecho de que sus cazas y demás equipo de primera línea desempeñaron una buena función. Sin embargo, estos aviones fueron modificados en gran escala por la industria aeronáutica y electrónica relativamente pequeña pero competente de Israel. Por ejemplo, el avión F-4 de Israel fue objeto de 600 modificaciones, y el sistema AWACS E-2C fue modificado especialmente por la Elta, que es la división electrónica de las Industrias Aeronáuticas de Israel, para amoldarse a las condiciones únicas requeridas en la guerra aérea del Mediano Oriente. 69 Tal vez sea aún más significativo que los aviones sirios suministrados por la Unión Soviética eran modelos de exportación que no incluían equipos importantes. Pero así y todo no se puede predecir, basado en la completa victoria de la IAF contra los aviones sirios MiG-23 y MiG-21, en la guerra de Líbano, que la OTAN vaya a lograr un resultado similar contra las fuerzas del Pacto de Varsovia en Europa Central. Los pilotos de OTAN tendrán que enfrentarse con los nuevos modelos de los cazas soviéticos más viejos, así como el número cada vez mayor de los cazas de nueva generación: los modelos MiG-29, MiG-31 Y SU-27. Por supuesto, esto no quiere decir que la ventaja tecnológica que ha gozado tradicionalmente el Occidente no está ya presente, pero el diferencial de calidad en la magnitud exhibida sobre Líbano muy posiblemente no será repetida en un aliviante de combate europeo. En forma similar, aun cuando los pilotos sirios demostraron faltas graves en cuanto a la táctica e iniciativa en la batalla, es peligroso asumir que la actuación de sus patrocinadores soviéticos en futuros combates en el aire llegue a ser también de inferior calidad. En realidad, en los últimos pocos años se ha visto una revolución en las tácticas soviéticas. Aun cuando el entrenamiento de las fuerzas soviéticas pueda ser más rígido, más dependiente de las fuerzas terrestres y menos realístico que el entrenamiento en EE.UU., las recientes tendencias apreciadas en la prensa militar soviética indican un cambio hacia tácticas y entrenamiento más realísticos que están destinados a mejorar y estimular la independencia e iniciativa de los pilotos.70 Además, cada tercer piloto dentro de un regimiento de cazas soviéticos ha sido calificado como un "francotirador aéreo," con experiencia, tiempo de vuelo y ciertas habilidades comparables a la de los pilotos de cazas occidentales.71 En pocas palabras, el piloto soviético de 1982, aun cuando sea superior a su contraparte sirio, queda asimismo eclipsado por su sucesor de 1989.
Otros factores de la batalla del Valle de Bekaa la hace especialmente única en la historia del poder aéreo v limita su importancia. Además de gozar de su ventaja cualitativa, los israelíes tenían una preponderancia numérica sobre el Valle de Bekaa, pues sobrepasaban a la Fuerza Aérea Siria por un promedio de tres a dos aviones.72 Las fuerzas aéreas de OTAN no pueden contar con esta ventaja numérica contra las fuerzas del Pacto de Varsovia. La IAF contaba también con la ventaja de una superior experiencia de combate, ya que habían combatido a los sirios en 1967, en 1973 y en otros encuentros antes de este conflicto de 1982; los pilotos de la Fuerza Aérea de EE.UU. no han combatido ningún enemigo parecido tan frecuentemente o tan recientemente.
Además, la IAF había estado volando sin oposición en el Valle de Bekaa por algunos años y así estaban familiarizados con el terreno y con la ubicación de los emplazamientos de los misiles SAM sirios. 73 Los israelíes se habían entrenado asimismo un año entero para una misión específica, combatieron contra un enemigo bien conocido y menos capacitado en una área relativamente pequeña y tuvieron la oportunidad de emplear la sorpresa y la iniciativa estratégica. Estas consideraciones simplificaron inmensamente la operación de supresión de los misiles SAM; pero una vez más, la Fuerza Aérea de EE, UU. raramente podrá esperar tales ventajas. Ningún piloto de la Fuerza Aérea de EE.UU. ha hecho vuelos de rutina de reconocimiento sobre Checoslovaquia o Alemania Oriental. A pesar de la considerable experiencia en el espacio aéreo de Alemania Occidental, los pilotos de EE.UU. ciertamente se beneficiarían de una familiaridad con el espacio aéreo enemigo al prepararse para los ataques a fondo, la interdicción en el área de retaguardia, y las operaciones de supresión de misiles SAM más allá del sitio de Fulda Gap (en Alemania Occidental). Además, los aviones tipos SA-l0, SA-l1, SA-12A Y SA-13 desplazados en la actualidad entre las fuerzas del Pacto de Varsovia se consideran que poseen mejoramientos importantes sobre sus predecesores destacados en el Valle de Bekaa. Estos aviones son mucho más móviles, tienen más precisión, son más resistentes a los impactos y están en manos de personal competente que sabe cómo utilizarlos.74 De modo que los pilotos de OTAN tienen que esperar una mayor concentración de misiles superiores en comparación con los que encontraron los israelíes. Aun más, el área potencial para la supresión de los misiles SAM y las operaciones contra-aire en Europa es posible que sean algo mayor que en el Valle de Bekaa y sus alrededores que equivalen más o menos a una área del tamaño de Luxemburgo.75
Es obvio que existan muchas posibles interpretaciones de cualquier evento militar, y de aquí, muchas lecciones diferentes. Pero una vez más señalaremos que el problema estriba en determinar cuáles lecciones son aplicables a determinada nación o servicio armado. Para hacer esta distinción vital, la Fuerza Aérea de EE.UU. necesita abandonar toda tendencia en cuanto al propio engrandecimiento y comprender que los israelíes tuvieron una tarea mucho más fácil que la que los pilotos de la Fuerza Aérea de EE. UU. puedan esperar jamás contra sus principales adversarios potenciales. En vez de meramente elogiar el rendimiento de su equipo y complemento adicional, las fuerzas armadas de EE.UU. deben enfocar aquellas lecciones que verdaderamente pueden aplicarse a las futuras posibilidades de la guerra aérea, en vez de atenerse a "lecciones" sobre la propia imagen que meramente reflejan los daños de vivir en el pasado. Si la Fuerza Aérea de EE.UU. se enfoca en este último punto, puede llegar a verse abrumada por doctrinas y armas obsoletas. En ese caso, más bien que seguir el ejemplo israelí de la victoria, la Fuerza Aérea de EE.UU. pudiera llegar a compararse con el modelo sirio de humillación y derrota.
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