La situación de las Fuerzas Armadas españolas está claro que no pasa por su mejor momento y hay muchos síntomas de ello. Aviones con demasiados años a sus espaldas, blindados obsoletos cuyo reemplazo no termina de llegar, programas que se recortan, submarinos que se retrasan y un largo etcétera. Pero hay otras señales que reflejan la crónica escasez de recursos y lo lejos que las cuestiones relativas a Defensa parece que están de quienes toman las grandes decisiones. La última afecta, aunque cueste creerlo, a lo que era la joya de la corona del Ejército de Tierra y es que se va a ver sensiblemente mermada su fuerza de helicópteros de ataque Tigre.
No busquen esta noticia en la red, ni siquiera entre las noticias oficiales del Ejército, ni mucho menos en su página web, porque no encontrarán casi nada. Pero la realidad es que, poco a poco las seis primeras unidades de la versión HAP del Tigre (la primera en fabricarse), que comenzaron a llegar en 2007 a la unidad que los usa (la BHELA I), se irán dejando fuera de servicio a medida que se vayan necesitando piezas de recambio para el resto de la flota, los 18 ejemplares más modernos de la versión HAD.
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Esto es así pues el MALE (Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra), que es el órgano que gestiona todas las cuestiones relativas al material, emitió una nota informativa en respuesta a unas preguntas de un medio local de Ciudad Real. La nota, de la que hemos podido confirmar su exactitud, indica que “se adquirieron como solución transitoria hasta que se desarrollara la versión definitiva Tigre HAD. Se tiene previsto emplear los helicópteros HAP para el desarrollo del prototipo MK III (futuro helicóptero de combate) y para aprovechamiento de los componentes comunes de las versiones HAP y HAD”.
¿Qué significa este galimatías? Para entender el verdadero impacto de esta decisión y cómo afecta al Ejército de Tierra es necesario entender los antecedentes.
El Tigre llega a España
El Ejército de Tierra tenía desde antes de los años 90 la vieja aspiración de disponer de un verdadero helicóptero de ataque, capaz de prestar protección eficaz a las tropas de tierra y atacar a los elementos blindados enemigos. A mediados de los años 90 se empezó a plantear en serio la posibilidad de adquirir un modelo de estas características y se comenzó un estudio de las alternativas que había en el mercado, cuya lista quedó reducida a cuatro modelos: el AH-64D Apache, el AH-1W Supercobra, el A-109 Mangusta y el Eurocopter Tigre. El italiano A-109 se cayó pronto de la lista y el Super Cobra fue retirado por los propios norteamericanos, más interesados en vender el Apache. Ya era cosa de dos.
a decisión más lógica. En aquellos momentos el Apache era una máquina formidable, muy potente y con una carga de armas espectacular, pero sobre todo probada, ya en servicio y con todos sus datos de costes operativos conocidos. El Tigre era todo lo contrario. En 1995 el Tigre, aún prototipo, era mucho menos potente, cargaba la mitad de armas, no había una versión que convenciera al Ejército y todo eran previsiones. Pero había más. El Ejército hubiera querido 36 helicópteros, pero se recortaron las expectativas a 24 más 6 opcionales y Boeing se comprometió a entregar la flota completa en dos años, tres como máximo. Las entregas del Tigre eran impredecibles. Además, hubo un hecho que dio la puntilla al helicóptero europeo. Durante la evaluación del Tigre se probó un ejemplar en condiciones de calor extremo (cuando las turbinas bajan de rendimiento) y el helicóptero apenas fue capaz de despegar con su carga máxima. El Apache ganaba.
Cuando el tema ya pasó de la esfera militar a la política, ocurrió que todo se estancó, la decisión no terminaba de tomarse y el retraso favorecía claramente al Tigre. El Apache no iba a cambiar, pero el Tigre solo podía ir a mejor. Eurocopter presionó desde el ámbito político, pero sobre todo desde el económico y puso encima de la mesa unas compensaciones industriales a las que Boeing no podía ni acercarse, entre ellas la ubicación de una de las factorías en España, que acabó situándose en Albacete por decisión del entonces Ministro de Defensa José Bono. Además, el fabricante se comprometió a desarrollar una nueva versión (que sería la actual HAD) que cumpliera con los requerimientos del Ejército. Ganó el Tigre.
Diferentes versiones
En el momento de su evaluación por parte de España solo había dos versiones del Tigre, la UHT (UnterstützungsHubschrauber Tiger / Helicóptero Tigre de Apoyo) o versión “alemana” y la HAP (Helicoptère d'Appui et Protection / Helicóptero de Apoyo y Protección) o “francesa”. La versión alemana (que nadie entendió en su día) era un helicóptero especializado en combate contra carro y carecía de cañón en el morro. Parecía algo de los tiempos de la Guerra Fría y solo a los alemanes les interesó. La versión francesa, en cambio, era un modelo más polivalente, armada con un cañón de 30 mm en el morro. España exigió una nueva versión basada en la HAP pero más potente y con sensibles mejoras, que a la postre se denominaría HAD (Helicóptero de Apoyo y Destrucción).
Se desarrolló una última versión a petición de Australia (único cliente de exportación del Tigre) denominada ARH (Armed Recoinnaissance Helicopter / Helicóptero de Reconocimiento Armado) que no dejaba de ser un HAP con adaptaciones a requerimientos del cliente. La versión HAD resultó tan interesante que, de inmediato, los franceses también la eligieron como versión definitiva para dotar sus unidades de Tigre. Sin embargo, si en casi todos los aspectos donde el Apache ganaba se pudo mejorar, hubo uno donde fue imposible avanzar: los plazos de entrega.
Las entregas del Tigre se realizaban con cuentagotas y si hubiera habido que esperar al desarrollo del HAD (que hizo su primer vuelo en 2007) aún hoy el Ejercito no tendría su flota al completo. Por ello, cuando se firmó el contrato en 2003, se acordó que inicialmente se recibirían 6 ejemplares de la versión HAP y el resto de la versión HAD. Por supuesto los 6 ejemplares “opcionales” quedaron en nada, pero las intenciones eran que, una vez recibida la mayoría de HAD (previsto para 2017), los 6 primeros HAP se refabricarían al estándar HAD. El último HAD llegó a España en enero de 2020, cuando los tres primeros HAP lo hicieron en abril de 2007. Esperar 17 años desde la firma de compra (o 13 años entre el primero y el último) para una flota de 24 ejemplares, es mucha espera.
Una flota reducida
Lo que se puede interpretar de la nota del MALE deja pocas dudas. Lo principal es que se renuncia definitivamente a la refabricación de los 6 ejemplares HAP al estándar HAD. Este proceso de refabricación o “retrofit” lo han acometido los franceses en sus ejemplares HAP, llevándolos al estándar HAD. Es cierto que no es un proceso menor y con seguridad bastante caro, pero era el plan inicial para mantener una flota homogénea y completa de 24 helicópteros.
El “retrofit” realizado por Eurocopter (ahora AIRBUS Helicopters) incluye cambio de la planta motriz sustituyendo las dos turbinas MTR 390-2C de 1.285 cv (del HAP) por dos MTR 390-E de 1.467 cv. Además, implica cerca de 100 modificaciones en la estructura del helicóptero, instalación de unas 1.500 nuevas piezas y numeroso cableado. Para Francia la modernización de sus antiguos HAP era una prioridad de su ejército y también lo debería haber sido para España, si no nos encontráramos con el problema de siempre: el dinero.
Tigre en versión UHT del Ejército alemán (Foto: US ARMY)
Tigre en versión UHT del Ejército alemán (Foto: US ARMY)
El Programa del Tigre fue muy caro y se estima que costó entre 14.500 y 15.000 millones de euros. El pedido español firmado en 2003 era por un valor inicial de 1.300 M€ aunque se fue corrigiendo al alza hasta alcanzar aproximadamente los 1.580 M€, lo que nos dice que cada Tigre salió por unos 65 M€. Francia no ha revelado el coste del “retrofit” realizado a sus helicópteros, pero teniendo en cuenta el alcance de los trabajos a realizar, no sería descartable que cada helicóptero modificado llegara a suponer entre 15 y 20 M€. Como referencia tenemos la modernización de la flota de Chinook españoles, donde cada helicóptero saldrá por 48 M€ cuando el precio de un CH-47F (versión a la que se van a modernizar) sale nuevo por casi 77 M€, aunque la de los Chinnok es una modernización mucho más profunda.
La realidad es que no hay dinero para modernizar 6 helicópteros Tigre. Pero el tema es aún más grave, porque lo que se desprende de la nota es que tampoco lo hay para mantener la flota de 24 ejemplares y se van a ir utilizando los 6 HAP para ir alimentando con piezas de recambio al resto. Esto, muy común en los ejércitos en momentos de crisis, se llama “canibalizar”. Es un síntoma de tiempos difíciles y es normal hacerlo con material viejo cuando ya está al final de sus días o hay escasez de recambios en el mercado. Pero no es normal hacerlo con un material a menos de la mitad de su vida útil.
Esta situación va a suponer que, poco a poco, los HAP vayan dejando de estar operativos, por lo que la flota de Tigre españoles acabará siendo de tan solo 18 ejemplares. Una reducción de un 25% no es algo banal. Pero si aplicamos los exigentes criterios de la OTAN, que establecen una disponibilidad del 70% de efectivos (el resto en mantenimiento, averías, etc.), significa que el Ejército tendría, como máximo, unos 12 helicópteros listos para la acción. Italia, por ponernos en el contexto de un país comparable a España, utiliza el helicóptero A-109 Mangusta, equivalente aunque inferior en capacidades al Tigre, pero su flota es de 48 ejemplares.
El Ejército quería 36 helicópteros. Se prometieron 24 más 6 opcionales y la modernización de los 6 primeros recibidos y, dentro de poco, se va a encontrar con 18. Esto es un claro indicador de una escasez de recursos que ya, no solo no permite nuevas adquisiciones, condiciona revisar a la baja el alcance de los nuevos programas y hace prolongar la vida del material obsoleto, sino que obliga a reducir el material nuevo en servicio para poder mantener el resto operativo.
Lo del futuro Tigre Mk III ya veremos en qué queda y el hecho de que se necesite un ejemplar para pruebas no debería condicionar de ningún modo el tamaño de la flota, mucho menos en un 25%. Mientras tanto, hay otros países como Marruecos, que va a adquirir 36 nuevos helicópteros Apache. Esto ya sabemos que no es comparable puesto que los helicópteros de ataque no se combaten uno con el otro, pero no deja de ser otra señal de cómo se toman las cuestiones de Defensa nuestros vecinos y cómo nos las tomamos nosotros.
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