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Infantería de Marina[/align]
La BRIMAR es una fuerza expedicionaria con gran capacidad de combate, idónea para misiones de pacificación y ayuda humanitaria
En Estados Unidos, cuando llega el momento de hacer frente a un conflicto exterior larvado o en marcha, el presidente pregunta: «Where are the carriers?» (¿Dónde están los portaaviones?). En España, cuando hay que enviar tropas a alguna parte, alguien autorizado ordena: «Que vaya la BRIMAR».
En las abreviaturas, en los acrónimos tan frecuentes por necesarios en la vida militar, la BRIMAR es la Brigada de Infantería de Marina, el núcleo humano y material del Tercio de Armada (TEAR). Y el TEAR es la Infantería de Marina pura y dura, la clásica, tal como se entiende este cuerpo de élite en todas partes. Y en España antes que en ninguna otra, porque, con sus diferentes denominaciones a lo largo del tiempo, nuestra Infantería de Marina (nuestros marines) es la más antigua del mundo. Ya ha cumplido 469 años.
El TEAR, como toda agrupación anfibia, es por naturaleza una fuerza expedicionaria que proyecta su poder desde el mar hacia la tierra. La manda un general de brigada (actualmente Jesús Díaz del Río Español) y está compuesta por la BRIMAR y por la Unidad de Base, que es, en realidad, un apéndice, una prolongación de la propia BRIMAR. Le proporciona el completo apoyo logístico que permite las máximas condiciones de operatividad.
La BRIMAR, cuyo jefe es, naturalmente, el general que manda el TEAR y cuyo segundo jefe es un coronel, está compuesta por siete batallones, mandado cada uno de ellos por un teniente coronel. Tiene su base en San Fernando (Cádiz) y, aparte de su alta capacidad de combate, para el que se prepara específicamente, su entrenamiento complementario y sus características de fuerza expedicionaria la convierten en idónea para llevar a cabo otro tipo de misiones, frecuentes hoy día en las actuaciones y obligaciones de los Ejércitos. Así, Operaciones de Respuesta de Crisis, de Ayuda Humanitaria, de Mantenimiento de la Paz, etcétera.
La BRIMAR, cuyo escudo muestra un guantelete de hierro empuñando un machete junto a dos anclas cruzadas bajo la corona real, constituye el perfecto ejemplo de lo que son hoy, en su conjunto y con sus distintas características, las Fuerzas Armadas españolas: una organización de hombres y mujeres poco numerosa pero, en general, magníficamente dotada materialmente, con mandos muy preparados y experimentados, plenamente operativa e integrada en las organizaciones internacionales, con las que se coordina e interactúa.
Consta de un Cuartel General que le proporciona los medios de Mando, Control, Comunicaciones e Inteligencia. Y, además, con tres Batallones de Desembarco (uno de ellos mecanizado), un Grupo de Artillería de Campaña, una Batería Antiaérea, una Unidad de Operaciones Especiales, un Grupo de Apoyo de Servicios de Combate y un Grupo de Armas Especiales (compuesto por una Compañía de Vehículos de Asalto Anfibio, una Compañía de Armas Contracarro, una Compañía de Zapadores y otra de Embarcaciones de Asalto). La Unidad de Operaciones Especiales (UOE) estuvo en Perejil; lo mismo que ella y otras intervinieron por distintas razones y en diversos cometidos, desde el siglo XVI, en Nápoles, en Flandes, en Cuba, en Conchinchina, en El Aaiún, en Bosnia, en Irak, en Haití...
El armamento de la BRIMAR incluye, entre una enorme variedad de vehículos anfibios o no, con ruedas o cadenas, carros pesados M-60 y obuses autopropulsados M109A2. También jeeps Humvees artillados, con ametralladoras de diverso calibre y con los misiles anticarro TOW-2. La continua actualización de los medios de la Brigada, indispensable para que la unidad mantenga sus elevadas capacidades, ha exigido un reciente Plan de Renovación que contempla, esencialmente y a corto plazo, la adquisición de misiles de alcance medio contracarro y de nuevos sistemas de guerra electrónica. Junto a esas necesidades, la modernización del misil antiaéreo Mistral y el acometimiento de la segunda fase del Piranha, uno de los principales vehículos de combate en el inventario.
