Especialistas en explosivos
Bien, aquí voy a contar dentro de lo que se pueda como era la vida en el equipo de especialistas de explosivos dentro de una Patcom.
Partiendo de la base de que todo buen boina verde tiene una base sólida sobre conocimientos básicos en explosivos, con el tiempo y con la ayuda de un teniente muy puesto en el tema se tomo la decisión de permitir a cierta tropa el acceso a conocimientos mas avanzados.
El primer requisito era ser veterano, no como premio a la antigüedad si no por la experiencia necesaria por lo delicado del material.
Capacidad buena de análisis y mente creativa. Esto se observaba sobre la marcha en las prácticas, ver quien era capaz de adaptar el material disponible de manera más eficaz y con economía de medios. No pertenecer a ningún “grupo étnico o social” susceptible de atentar contra intereses patrios en el futuro.
Lo primero que se aprende es la “tabla de fórmulas”, la Biblia de los explosivos. En ella se detalla aproximadamente la cantidad de explosivo que se necesita para romper un material, y teniendo como variables el tipo de explosivo y el tipo de material.
Luego esta tabla se complementa con la de formas de colocación, dependiendo del tamaño, grosor y posición del material a romper. No es lo mismo volar una puerta, que un poste a media altura, o hacer caer un árbol en cierta posición, aunque todos estén hechos de madera.
El siguiente paso importante es aprenderse la tabla de tiempos. Tiempo de combustión de mechas, velocidad de explosión de distintos materiales, diferencias entre explosión, deflagración he implosión. (En este caso por velocidades no por efecto)
Antes de memorizar todo esto te daban una intensa charla sobre hacer públicos estos conocimientos, así que resumiéndolo mucho si la cagabas acababas en la cárcel o el propio teniente en persona te metería plomo en la cabeza.
Primera etapa: demoliciones. Se estudiaban conocimientos avanzados de cómo echar abajo con eficacia infraestructuras tales como puentes, edificios, torres de alta tensión o telecomunicaciones. Cualquiera puede forrar un puente de dinamita y reventarlo, lo difícil es hacerlo con poco explosivo detonándolo en el punto clave. Incluso se practicaba la demolición para que el objetivo quedase dañado de una forma en concreto.
Por ejemplo debilitar los ejes de un viaducto para que se desmorone cuando pasan vehículos pesados.
Segunda fase: Demolición técnica. No todo va a ser volar cosas grandes, en ocasiones con cortar un cable de alta tensión o hacer pequeñas aberturas es suficiente, o incluso necesario. Puede darse el caso de tener que volar una puerta blindada sin dañar lo que hay en el interior, o puede que se tengan que destruir varios pequeños objetivos a la vez, como por ejemplo los fusibles y alarmas de una instalación sin llamar la atención.
Tercera fase: Trampeado. Esta para mi gusto es la más divertida

. Es la referente a acciones directas sobre personal enemigo y no indirectas sobre objetivos materiales.
Aquí se crean minas claymore de circunstancia, “redes trampa” de cordón detonante para emboscadas, “fogatas pedreras”, “booby traps” o trampas “para tontos” (trampas en botes de comida, armamento, cadáveres etc.), trampeado de pasos e instalaciones en general. Aquí la imaginación y el ingenio son fundamentales.
Cuarta fase: Fabricación de explosivos

, explosivos de circunstancia. Pues eso, lo que su propio nombre indica. Aquí parte del temario venía del curso de OEs para mandos. Muy completito, sumándole alguna aportación personal de mandos veteranos. Esta es la parte más restringida.
Un ejemplo táctico de todo esto. Una Patcom tiene que rescatar rehenes de unas instalaciones tomadas por rebeldes. Se sabe donde están y cuantos son, y que el acceso principal esta fuertemente defendido. Un especialista abre boquete en el techo sincronizado con otro especialista que hace lo mismo en la pared del fondo.
Por el techo entra el equipo de asalto y por la pared otro equipo evacua a los rehenes.
Mientras a cinco Km de la posición el equipo de apoyo envía a sus dos especialistas a volar un puente para evitar la llegada masiva de refuerzos, y de paso se trampean temporalmente los senderos para una emboscada. Si no es necesario y es posible, se retiran después de la operación de rescate (o en emergencias se detonan). Esto ya no es solo porque algún civil inocente pueda sufrir daños, si no también como medida preventiva, ya que si analizan tu material y forma de utilizarlo, pueden averiguar demasiadas cosas sobre ti.
Era muy divertido que el equipo de explosivos trampease una zona y el de asalto intentara sortear los obstáculos. Esta sana competición ayudaba a subir el nivel de ambos equipos, aunque no caer en una trampa en una casa preparada es casi imposible.
No entrare en más detalles por razones lógicas, no sea que a algún forero le de por volar la caseta del perro de su vecino.
