SIMO HÄYHÄ, LA “MUERTE BLANCA”.
Cuando la Unión Soviética invadió Finlandia el 30 de noviembre de 1939 dando lugar a la llamada Guerra de Invierno, hubo de enfrentarse, para su sorpresa, con una nación cohesionada y un pequeño Ejército muy decidido en el que cada hombre luchaba por su hogar, su religión y su patria.
Esto era verdad en todos los combatientes pero, sobre todo, en los que vivían cerca de la frontera, lo que fue el caso de Simo Häyä. Pequeño, taciturno, modesto, había venido a nacido el 17 de diciembre de 1905 en Rautjärvi, una localidad que concluidas las hostilidades fue cedida a la Unión Soviética.
En su juventud, a los 17 años, había formado parte, de manera voluntaria, en la Guardia Cívica cumpliendo su servicio militar mas tarde en un batallón ciclista del que se licenció con el empleo de cabo.
Excelente conocedor de los bosques inhabitados de su país y avezado cazador, fue campeón de tiro del distrito de Viipuri, Carelia, hoy en manos de Rusia.
Al romperse las hostilidades Simo Häyä reingresó en el Ejército siendo uno de los héroes del frente de Kollaanjoki, al norte del lago Ladoga, donde a veces la temperatura caía a mas de –40ºC.
Tranquilo, de nervios de acero, bien pronto destacó como francotirador utilizando un simple fusil de infantería Sako modelo 28-30, finlandés, conocido localmente como Pystykorva ya que las dos orejas del punto de mira hacían pensar en el perro de este nombre.
Con ese arma, número de serie 60974, Simo Häyä obtuvo el mayor número de impactos rechazando servirse de los fusiles con mira telescópica capturados a los soviéticos lo que habla sobradamente de su habilidad e instinto natural para hacer blanco.
Durante la mencionada Guerra de Invierno, que duró 105 días, Simo Häyä mató a mas de medio millar de enemigos; cifra que únicamente incluye los verificados sin lugar a dudas.
La cifra oficial es de 505 pero la oficiosa alcanza los 542 siendo cierto que en cuantas estadísticas abordan este tema a nivel mundial el certero finlandés – o la Muerte Blanca, como le llamaron sus enemigos --, es reconocido como el tirador de élite número uno, en combate, de todos los tiempos.
En el último día de la Guerra de Invierno, el 13 de marzo de 1940, Häyä fue herido gravemente en la barbilla por una bala expansiva, mal llamada explosiva, lo que supuso su retirada del frente.
En esos momentos era cabo primero
y en agosto de 1940, encontrándose ya en trance de franca recuperación, el jefe supremo de los Ejércitos de Finlandia, mariscal Mannerheim, lo ascendió directamente al empleo de alférez.
De nuevo reintegrado a sus aficiones cinegéticas, altas personalidades, como el presidente Urho Kekkonen recabaron su compañía en la caza del alce.
El sencillo héroe de la Guerra de Invierno, en cuyo honor se celebran todos los años en Finlandia competiciones de tiro que llevan su nombre, falleció a los 96 años de edad, el 1 de abril de 2001.
Por lo que respecta a la Segunda Guerra Mundial, los tiradores mas sobresalientes están a considerable distancia de Simo. Estos fueron el ruso Vasili Zaistev con 400 bajas confirmadas, el alemán Matthias Hetzenauer con 345 bajas confirmadas y su compatriota Sepp Allerberger con 257.
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