Jose Antonio Bernal Gómez
A las ocho de la manaña (las siete en España), un Opel de color oscuro y matrícula extranjera aparcó ante la casa de José Antonio Bernal Gómez. Viajaban en él cuatro personas.
Tras detenerse, dos hombres se bajaron del vehículo. Uno de ellos, vestido de clérigo musulmán chií (con túnica y turbante negros), se dirigió a la puerta. El otro avanzó en otra dirección y se quedó apostado en una esquina de la calle.
El sargento abrió la puerta al clérigo y éste empujó a Bernal hacia dentro de la casa. Se produjo un "forcejeo", según la ministra, Ana Palacio.
El agente del CNI se las apañó para salir corriendo de casa. Ya en la calle, los dos ocupantes del coche le dispararon cuatro veces en su huida. Según cuenta el policía iraquí que custodiaba la calle, Auwad Eidam, los agresores le gritaban: "¡Párate, párate!".
En su carrera, Bernal Gómez tropezó y cayó al suelo, cerca de donde se encontraba el cuarto hombre del coche, el que se colocó en la esquina. Fue éste quien, antes de que el español se incorporara del todo, le apuntó en la nuca con una pistola de nueve milímetros marca 'Tarik' y le disparó una sola bala.
José Antonio Bernal Gómez cayó al suelo muerto.
Los cuatro hombres se volvieron a subir al coche y huyeron hacia la avenida 14 de Ramadán, una de las más importantes vías de la ciudad, por la que escaparon.